Cosas de Reyna

El perfil de un Presidente Municipal


El Estado es una abstracción. El Municipio es una realidad.


Recientemente conversaba con dos grandes amigos sobre distintos tópicos de la política mexicana y en especial sobre el perfil de un candidato de elección popular. Desde luego, nos concentramos más en el que debe tener el que aspire a ocupar una presidencia municipal. Tal vez sea porque el municipio y sus autoridades representan el contacto directo más sentido entre gobernante y gobernado. Tal vez sea también porque es en estas localidades donde los problemas de seguridad pública, educación, desarrollo económico y otros rubros, son lo que afectan a quienes vivimos y convivimos en ellas. O quizá sea por ser una entidad sociopolítica, es decir, con dos caras: Una comunidad de vecinos y una unidad política dentro de un Estado.


En la reflexión que me quedé haciendo después de esa larga y enriquecedora conversación, me preguntaba si acaso existe –primero- el municipio ideal. Me trasladé a la antigüedad clásica de los Romanos, (régimen edilicio) de los Griegos (régimen del Demos) los árabes (régimen de alcalde) y de los Aztecas, nuestra raza de bronce, (Calpullis). Pues no, no hay municipio perfecto pero si ha habido a través de la historia líderes que han conducido a sus comunidades a estadios de vida más favorables. Son seres que consideran la autoridad como una oportunidad de servicio y no de servirse.


Ante estas circunstancias, ¿Se vale hablar de perfiles para ocupar el cargo de presidente municipal? Pienso que sí. Sobre todo porque resulta que entra en juego no el bienestar económico de un puñado de gente que eventualmente ocuparán puestos en los ayuntamientos y que con cortas o nulas miras de interés general, aspiran solo a colgarse del presupuesto, sino el bienestar (y el bien vivir) de todos, lo que en gran medida depende del ejercicio de funciones de los servidores públicos.


Aunque hay variadas opiniones sobre la posibilidad de que sean mujeres quienes ocupen las presidencias municipales, lo cierto es que debe -por necesidad-imperar el criterio de capacidad y competitividad antes que el género. Así de simple.


Como sea, al concluir nuestra charla quedé pensando en ese perfil deseado o deseable. ¡Caramba! Tampoco se trata de que sea el o la persona perfecta, pues para empezar ¿a quién gobernaría? Entonces, como ciudadana opino que un candidato (a) debe poseer al menos, las siguientes características, sin importar el orden:


1. Debe ser apasionado por su trabajo. Firme en su opinión pero no creerse dueño de la verdad. Que sepa dar la cara por su comunidad en las buenas y en las malas. (Incluso más en las segundas).
2. Innovador, creativo y ser más buen escucha que ejercer el parloteo cansino, actoral y de relumbrón.
3. Debe inspirar confianza y actuar con integridad y honestidad.
4. Definir reglas claras del juego. Saber a quién y cuándo delegar tareas. Respetar el trabajo de los demás. Capacidad para establecer metas y objetivos.
5. Capacidad de dirección y de sentido común. Saber decidir bien y a tiempo. Sin medias tintas.
6. Se gobiernan municipios, pero se atiende gente. No olvidar esto jamás y por tanto, ser humano, humilde y buen negociador donde la consigna sea ganar-ganar.
7. Ejercer la tarea constante de la comunicación y la transparencia en el ejercicio de sus acciones, presupuestos y programas.
8. Saber trabajar en equipo y reconocer las capacidades de los demás, con coherencia entre lo que dice y lo que hace.
9. El que ejerce su actuar visionariamente, es decir, con visión a largo plazo, anticipando problemas y detectando oportunidades.
10. Debe ser afable, cercano a la gente y contagiar entusiasmo. En suma, ser carismático (a).


No es una lista de imposibles. Son las características de un buen líder, aquel que no se asume absoluto, o que se comporta como reyezuelo de gayola. No. Es en todo caso, el ser humano que sabe y comprende el papel que le toca desempeñar, con el compromiso de crear y/o propiciar oportunidades para todos, implementando modelos de desarrollo integral al corto, mediano y largo plazo.

Lo que los ciudadanos deseamos es la resolución de los conflictos comunes que tenemos: el flagelo social de inseguridad pública, carencia de una verdadera coordinación educativa en todos sus niveles que permita a la postre profesionistas capaces y competitivos, escasa o nula generación de empleos mediante gestiones oportunas de fomento económico, servicios públicos de calidad, cultura y en fin, una serie de demandas sociales que en forma constante se presentan. El mundo avanza vertiginosamente y los municipios están obligados a progresar, no a continuar permitiendo que su población emigre a otros lugares en busca de mejores oportunidades de desarrollo.

Un buen candidato a presidente municipal no es el que más vocifere ante el micrófono en las campañas electorales, ni el que pronuncie más discursos encendidos en contra del mal gobierno. Tampoco lo es el que mejor se vista o el que posea mayores recursos económicos. Menos aún es el que debiendo abordar temas sustanciales, prefiere el silencio cómplice.

Entonces, el perfil que se plantea de un candidato, termina siendo un conjunto de herramientas básicas para que las tareas del municipio se lleven a cabo bajo la dirección del líder descrito… Y un buen líder se rodea de gente tanto o más capaz que él mismo e incluso se enorgullece de ello.



1 comentario:

  1. Excelente compilación de las cualidades de un Presidente Municipal. Yo sólo añadiría, humildemente, que un aspirante a Presidente Municipal también debe tener una visión del papel que juega el Municipio que desea gobernar con los niveles regionales y estatales.

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