Cosas de Reyna

Liderazgo tipo Cuarón

fotografía tomada de Google.com
Con la entrega de los premios Oscar 2019 se desataron una serie de cuestiones interesantes respecto a la filmación de la película Roma. Una de las que llama poderosamente la atención son las declaraciones de integrantes del elenco como Yalitza Aparicio y Marina de Tavira, quienes mencionaron que no conocían el contenido de las escenas a filmar. Día con día se presentaban a las locaciones y ahí mismo les era explicado lo conducente. Igual comentario hizo Sergio Díaz, responsable de la supervisión y edición del sonido.  Más que reproducir era recrear los sonidos incidentales de la Ciudad de México en los años setenta; sin duda debió ser una epopeya puesto que Cuarón quería justo lo que su memoria tiene registrado como recuerdo. Comentarios tan profundos no pueden tomarse a la ligera. La sencillez se viste a veces de complejas vestimentas que hay que analizar.

La vida de Cuarón no ha sido una vida sencilla, más bien ha sido una suerte de carrera de obstáculos que venció uno a uno. La historia de muchos -dirán algunos- pero lo cierto es que no muchos alcanzan a llegar a la cima.

Fue expulsado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), después trabajó como encargado del cine club en el Museo Nacional de Arte, posteriormente como asistente de dirección, y un largo etcétera; vivió una precaria situación económica al punto de recurrir a pedir el doggy bag (sobrantes de comidas destinadas a las mascotas), en fin, larga vida de penurias y carencias que seguramente le hicieron como coloquialmente se dice, dura la piel, pero con un cerebro afilado.

No es la idea referirme aquí a los galardones de Roma: el León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia en su edición 75, o la Excelencia Artística en la 16ª edición del Festival de Cine de Morelia (FICM) ni al Oscar como mejor directo en la película Gravity y otros tantos más que merecen mención y honra por separado y a detalle.

Quiero referirme al liderazgo tipo Cuarón. A ese que siguieron a pie juntillas el equipo de filmación, a quienes día a día les era desvelada la siguiente escena, el siguiente sonido, el siguiente reto. De las declaraciones que escuché, leí y busqué afanosamente en la internet no vislumbré siquiera una queja sobre la forma de dirigir de Cuarón. Se entiende que en estos días mucho se hablará sobre él, ensalzándolo o castigándolo con la palabra. Asumo que es el México de mil colores. Pero insisto en referirme al liderazgo de Cuarón, ese que obtiene resultados y que tiene enfoque de camino.

Si de algo tiene hambre nuestro país es de líderes. Líderes en todos los ámbitos, en lo gubernamental, en la iniciativa privada, en las instituciones educativas, en el quehacer cotidiano de la vida de los mexicanos. Tenemos representantes, sí, sea por la vía electoral o por la vía de las designaciones, pero ser representante o autoridad no lleva consigo el ser líder.  Los auténticos liderazgos son pocos y no necesariamente se encuentran en la cúspide de una organización.

Quiero imaginar a Yalitza Aparicio o a Marina de Tavira acatando cada instrucción de Alfonso Cuarón. O al equipo de sonido tratando de encontrar el decibel perfecto para el sonido deseado o al encargado de iluminación buscando las luces y sombras precisas, todos sin conocer la trama completa ni los detalles unidos en su conjunto. ¿Cómo es que todos realizaron lo justo que los llevó a obtener el Oscar? ¿qué pasó entonces con todas las teorías sobre liderazgo?

Fue un trabajo colectivo -que no trabajo en equipo- donde cada uno asumió la parte que le correspondía hasta lograr lo deseado sin descartar que ese segmento era parte de otro y de otro. ¿Es magia? No. Es liderazgo.  Liderazgo auténtico, no de librito.

Encontrar liderazgos de ese tipo no es fácil. Serlo, menos. Implica una serie de particularidades que se van sumando en el transcurso de la vida de las personas. Eso hace la diferencia. Cuarón se identificó con cada uno de sus colaboradores porque su vida ha estado plagada de eventos y vivencias por las que ya pasó, porque tiene empatía real y no empatía de cartón con ellos. De ahí que salta a la vista la confianza total en su trabajo. Ser dirigido por líderes de este tipo debe ser altamente satisfactorio porque se sabe de antemano que está conduciendo por el mejor camino posible. Que privilegia el bien de todos y no de unos cuantos. 

Es el tipo de líder que ya caminó tu senda pero que se regresa a donde tu estás para ayudarte.  

Violencia de género. Un menú en comida corrida.

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Primero con curiosidad y después con inquietud leí sobre la campaña No estás sola que busca que las mujeres no se sientan solas ante cualquier tipo de violencia y en caso de sentirse amenazadas puedan recurrir a negocios o empresas participantes quienes se supone, tienen un protocolo de actuación. 

La campaña es una iniciativa de empresarios de la Red Mexicana de Franquicias (RMF), a la que se están sumando negocios o empresas participantes que brindan su apoyo de  hacerlas llegar a casa o bien protegerlas y comunicarlas a seguridad pública o al 911, en búsqueda del apoyo institucional. Es una estrategia de tres ejes: trabajar con los tres niveles de gobierno en materia de estrategias de seguridad pública, el preventivo relativo a información para reaccionar en forma objetiva y la protección, que busca disuadir al delincuente y brindar apoyo, refugio y auxilio a las personas que se sientan en peligro.

Sin embargo me sigue causando ruido esta campaña. Lejos de hacerme sentir cómoda, o pensar que mujeres puedan sentirse de la misma forma, deja un amargo sabor de desprotección institucional de seguridad púbica y de prevención del delito auspiciado por una campaña de particulares.  Más aún cuando leo los tres ejes que manifiesta la campaña.  Es más, me aterroriza el contenido de cada uno por los alcances insospechados a que pueden conducir bajo un manejo inexperto. No es aquí el caso de someter a discusión las lapidarias y misóginas frases de "nada las conforma" " a todo le encuentran pero" o el clásico "les gusta escandalizar todo", frases muy socorridas por los incompetentes cuyos únicos argumentos son las descalificaciones profesionales y personales. 

Creo en la buena intención de la RMF, pero me parece que el mensaje que se percibe, tal vez sin intención de aquella, es que el gobierno no está haciendo gran cosa. Entre más carteles y empresas implicadas veamos ¿Es campaña exitosa o grado de emergencia?  Quiero imaginar a una mujer corriendo, asustada, angustiada. Observa a su derecha un restaurante que anuncia su participación en la campaña y que le ofrece el apoyo inmediato de protegerla, de respaldarla e incluso llevarla a su casa. Al momento se le acerca un policía que le ofrece lo mismo. ¿A quien escogerá nuestra mujer? 

Entonces, lejos de la posible respuesta -para algunos, predecible respuesta- es acaso una cuestión de escoger o de reconocer a una autoridad capaz de cuidar a los ciudadanos? 

La violencia hacia las mujeres es altamente preocupante.  La Organización de las Naciones Unidas indica que 7 mujeres son asesinadas cada día en México, que 2 de 3 mujeres han experimentado algún tipo de violencia en tanto que el 41% de mexicanas han sido víctima de violencia sexual en alguna etapa de su vida. La estadística es larga, la realidad es más cruda. Escasamente existen familias donde la violencia hacia la mujer no se haya hecho patente de alguna forma. Mi propia sangre lo vivió en el  2015, cuando manos criminales privaron de la vida a nuestra sobrina de apenas 22 años. Así que no se puede decir que el tema me es ajeno.

Creo que todas estas campañas que emergen y han emergido deben tener no solo un protocolo de actuación en el ámbito de su entorno sino de comunicación  con las autoridades gubernamentales que permita a los ciudadanos tener la confianza de estar trabajando juntos en situaciones generales y concretas. No son entes que funjan como enlaces porque ahí sí que perdemos piso.

La violencia de género es un plato que se sirve cotidianamente a las mujeres. No importa grado académico, cultural o económico. Es parte del menú en el rubro de comida corrida.

Violencia de género es cualquier acto violento o agresión  basado en una situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres que tenga o pueda tener un daño físico, sexual, psicológico o económico. Miles de ejemplos extraídos de la vida real pueden derivarse del concepto anterior. 

Por ejemplo, he escuchado cientos de historias de mujeres que en el pasado (y en el presente) se incorporaban al ámbito laboral superando con mucho las habilidades de sus superiores, hombres por supuesto. Cualquiera que fuera la historia el resultado era el mismo: mujeres que realizaban con inteligencia, con verdaderos conocimientos y habilidades el trabajo de aquellos, quienes sin pudor alguno se apropiaban del trabajo realizado, de los méritos y de los puestos. Así se acostumbraba, así era, así se hacía. Sin discusión alguna.

Si la violencia de género hacia las mujeres existe, también lo es que la violencia entre mujeres hace más difícil el camino. Las alianzas de misóginos y mujeres que odian a las mujeres son una bomba letal que destruye y aniquila a cualquier institución. Lo peor es permitirle acceso. Pero invade la ceguera de la conveniencia, de los  valores entendidos, de la laxitud y la pereza mental para hacerles frente, incluso hasta el cansancio. ¿Costará tanto dejar que las cosas fluyan de la manera que deben? ¿Cuesta tanto reconocer a cada cual sus capacidades y habilidades? ¿Hasta cuándo se seguirá el discurso como forma de actuación y no de ejecución? Simulación dijo hace poco Andrés Manuel López Obrador.

Soy una convencida de siempre y hoy es ya una feliz exigencia del deber de privilegiar capacidad, habilidades y conocimientos sin importar el género. Convencida estoy de que una persona seria no necesariamente es brillante o que una mujer risueña es escasa de cerebro. Conozco hombres geniales con un sentido del humor excelente y mujeres risueñas con cerebros de estrategas. Hay seriedades que ocultan limitaciones intelectuales y risas que envuelven carencias. Basta de estereotipos y prejuicios. 

Esto no es una lucha de hombres contra mujeres ni viceversa. Pensar de esta forma es acabar con la raza humana de a poquito y de adeveras.






AMLO y el Fondo Minero

Fotografía tomada de Google.com
Hace apenas unas horas, el gobernador de Chihuahua, Javier Corral informó que él y algunos presidentes municipales de aquella entidad interpondrán una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación debido a que argumenta, el gobierno federal pretende apoderarse de todos los recursos mineros que provienen del Fondo Minero para usarlo, palabras más, palabras menos, en financiar tandas de microcréditos. En su cuenta de Twitter indica que esta adjudicación no solo trastoca el espíritu y sentido con que nació, sino que lo pervierte para seguir creando mecanismos de clientelismo electoral.

Actualmente el Fondo es controlado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) y según se sabe, se pretende que sea la Secretaría de Economía quien realice esta actividad. Actualmente el Fondo maneja, controla y distribuye algo así como 4 mil 500 millones de pesos anuales a distribuirse en inversión física con un impacto social, ambiental y de desarrollo urbano positivo tal y como lo señala la Ley de Derechos en municipios y demarcaciones territoriales de extracción minera.

El objetivo del Fondo Minero tal y como aparece actualmente en la página oficial gob.mx es tendencioso puesto que establece que es elevar la calidad de vida de los habitantes de las zonas de extracción minera, situación derivada de la reforma a la Ley Federal de Derechos que impone contribuciones de esta naturaleza a las empresas, permitiendo así la realización de obra de infraestructura social por parte de las autoridades locales y estatales. El objetivo es tendencioso porque en realidad el espíritu de la reforma de 2014 es el  resarcir el daño causado a los habitantes de los  municipios y demarcaciones territoriales mineros. Es en esencia una cuasi compensación por el deterioro ambiental que ocasiona. Extraer oro, plata, cobre, implica destruir una montaña, desaparecerla. Preguntemos a los habitantes de Cananea Sonora que hoy prácticamente tienen la mina en sus patios y centros públicos.

De una revisión realizada a la distribución por estados y municipios beneficiarios del Fondo, de los 24 que aparecen con proyectos de inversión aprobados, ni uno solo está destinado a la aplicación de recursos para el establecimiento de programas de protección ambiental o monitoreo de la calidad del aire, agua y suelo. Se entiende que procurar mayor pavimentación mejora ciertas áreas de la salud y que contar con lámparas de alumbrado público basados en eficiencia energética y energía renovable son aspectos que tienden a la mejora de la vida comunitaria, pero esto es a presente y a un futuro incierto.

El Fondo Minero no es un recurso económico que nos cae como maná del cielo. Es el pago o indemnización por el deterioro ambiental, llámesele como se llame el impuesto por la gran huella ecológica que se está marcando.

¿No es acaso paradójico que siendo así, no exista ningún proyecto de impacto ambiental integral  que emane de los municipios? 

Sí, existen Normas Mexicanas (NOM) relativas al Desarrollo Sostenible, sin embargo sería saludable que a nivel municipal se realizaran proyectos que nos garantizaran que tales regulaciones se cumplen en la práctica. Por ejemplo, a todos nos preocupa la Huella Hídrica, más en regiones desérticas, así que ¿Como vamos en ese rubro?

Si bien la reforma a la Ley de Derechos fue benéfica para los municipios y demarcaciones territoriales con zonas de extracción minera, lo cierto es que presenta demasiados huecos que han dado manga ancha tanto a la federación como a las entidades federativas a disponer la distribución de los recursos en cuestión. Simplemente el famoso Comité de Desarrollo Regional para las Zonas Mineras ha resultado ser un ente en el que impera jerarquía y rangos sin ninguna clase de participación ciudadana de los municipios involucrados.
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Es urgente retomar la esencia del Fondo Minero y destinar recursos al estudio del medio ambiente de las poblaciones afectadas. Nótese que quienes vivimos en zonas de extracción minera somos afectados por esta práctica. Perder ese punto es perdernos como comunidad sana, vital, en desarrollo. Las mineras así como alegremente se instalan, cantando se van, sin importar el daño causado. Tal vez no las veamos partir nosotros, pero sí lo harán nuestros hijos y los hijos de los hijos. ¿Qué clase de entorno les habremos de heredar? 

Es necesario volver la mirada a la Ley de Derechos y establecer candados que permitan destinar recursos económicos porcentuales al total de recursos destinados a las entidades federativas y municipios a fin de que se realicen estudios específicos de impacto ambiental, de suelo, aire, tierra y agua y su impacto en la salud individual, gregaria y comunitaria, bajo una amplia participación ciudadana, raíz de toda actividad que se pretenda realizar o ejecutar.

Me resisto a pensar que el césped artificial que se instala en tantos espacios públicos, sea la respuesta de la autoridad al daño ambiental que a cada minuto se está causando.