Cosas de Reyna

Municipio de dos caras



Recientemente acudí como cada año desde hace algún tiempo, a asamblea nacional anual de desarrollo regional que reúne a académicos, expertos, profesionales y funcionarios de los tres órdenes de gobierno. En esta ocasión fue en la bella ciudad de Puebla.

Cuatro días no fueron suficientes -como siempre- para agotar la agenda pero sí para exponer y presenciar otras exposiciones sobre temas de interés municipal y regional. Es una buena oportunidad para saber qué se está realizando en el territorio nacional sobre esta figura que cada día adquiere una mayor dimensión y agregaría a la que finalmente se está reconociendo en los hechos, la verdadera importancia que reviste. 

La reunión en Puebla motiva a una serie de reflexiones que decididamente caen en el ámbito por una parte, de las obligaciones que establece el 115 Constitucional referentes al municipio y por la otra es la lectura obligada acerca de qué  hacen los municipios en desarrollo, lo que no es lo mismo.

Todo municipio debe por exigencia constitucional fincar su actividad en el ejercicio de las obligaciones de agua potable, alumbrado público, recolección de  basura, calles, parques, jardines y su equipamiento, seguridad pública, entre otros. Cada uno de estos rubros presenta una serie de acciones que van desde el establecimiento, mantenimiento, conservación y preservación hasta una larga lista de subtemas que obliga cada uno y que bien conocen quienes han estado o están al frente de las dependencias encargadas de ellas. Entonces es común que los ayuntamientos se concentren en atender -pensando con optimismo- tales cuestiones hasta convertirlo en una rutina por tres años. Otro tanto del tiempo de una administración municipal lo absorben los asuntos de presupuesto. Una enorme cantidad de él se aplica en gestiones, informes, reportes y relaciones sindicales internas.

Si establecemos una línea del tiempo anotando debajo de ella las actividades que un ayuntamiento realiza  en aspectos presupuestales, administrativos y de gestión en el curso de tres años, veremos que se reserva poco espacio para sembrar con visión de futuro pero con beneficios a presente, proyectos que nos indiquen un progreso efectivo.

Pensando en retrospectiva, ¿Desde cuándo tenemos problemas con la recolección de basura, pavimentación, semáforos, agua potable, etcétera?  En los más dramáticos casos algunos responderán que son los mismos problemas desde siempre pero lo cierto es que distintas administraciones han realizado acciones con ánimo de solucionar. Vaya, hasta este momento no conozco a ningún presidente municipal que no haya deseado trascender en la historia positivamente. Unos le han apostado a construcciones, otros a pavimentación, algunos a cuestiones más técnicas como es la recuperación de cartera de prediales o saneamiento de las finanzas. Por mínimo, algo han hecho.

Sin embargo no salimos de lo mismo, amén de ralos avances. Cada administración municipal presenta su propia concepción de los problemas municipales y su propia forma de abordarlos. Pero no rebasamos ni subimos de escalón a pesar de las buenas intenciones que pudieran existir.  Parece que damos vuelta a los mismos asuntos, los mismos problemas, las mismas críticas y las misma actividad gubernamental solo que cada vez con nombres distintos de funcionarios. Claro, la realidad es abrumadora a la hora de sentarse al escritorio. 

Las tareas cotidianas son para todo ayuntamiento una verdad insoslayable, por lo que bien harían las administraciones municipales en reservar un espacio para proyectar con visión de futuro su quehacer de tal forma que a la par de cumplir con sus obligaciones estén atendiendo un eje transversal obligatorio encaminado a avanzar efectivamente hacia mejores espacios de vida comunitaria. 

Un claro ejemplo es la agenda del presidente municipal, que además es líder de cabildo y superior jerárquico de la administración pública. Tres tareas que se concentran en una persona solo puede ser efectivo en tanto que -como establecimos al inicio-, el tiempo sea el recurso más preciado y por ende mejor administrado. Un equipo de trabajo sólido lo será siempre y cuando la primera autoridad tenga claro que lo que hay de ejecutar es una planeación cuyo origen sea la participación ciudadana, que esté bien difundida entre la comunidad y que toca a él concentrarse en la gestión, control, seguimiento y evaluación de aquellas. Las meras ideas no son bienvenidas. Ocurrencias derivadas del mareo del poder, menos.

No se trata de que el presidente esté presente en todas las ceremonias tradicionales de una comunidad. Eso no significa que esté trabajando en sus encomiendas. Y menos aún si se hace acompañar por dos o tres o más funcionarios. Uno no puede evitar pensar en el valioso tiempo que se está desperdiciando en esos casos. Claro, sin demeritar el tema de la asistencia y representaciones a eventos, bien se pudiera establecer una fórmula que permita cumplir unas y otras. Bien comunicado el rubro, la comunidad misma lo reconocería.

De esta forma el presidente o la presidenta se concentra en ser el líder del motor de cambio y de desarrollo al que se aspira. Es la autoridad que gestiona, se engancha a programas estatales y federales, proyecta, prevé escenarios mejores para la comunidad, traduce las inquietudes de los distintos sectores municipales en proyectos de largo alcance con metas plausibles durante su período gubernamental con la finalidad de establecer estrategias de desarrollo local de tal forma que se provoque el interés de inversores y se generen fuentes de empleo.

Promover un gobierno participativo genera muchos y variados dividendos. Agricultores, ganaderos, empresarios, comerciantes, profesionistas, educadores, todos tienen algo que decir y que aportar a su municipio. Un error frecuente es agrupar estos liderazgos en comités municipales que terminan siendo dirigidos en la práctica por algún funcionario de segundo nivel, opacando sus voces y reduciendo sus participaciones en firmas que se asientan en algún papel a manera de requisito administrativo. Se logra justo lo contrario a lo deseado. O al menos a lo que auténticamente se desearía.

Los municipios mejoran en la medida en que la planificación sea a presente y a futuro con resultados tangibles y sostenidos que generen confianza y resten incertidumbre tanto a la comunidad como a inversionistas o empresarios. Se trata de tener municipios competitivos y no estructuras anquilosadas en el pasado, con prácticas añejas. 

Aquí entra además el uso de las redes sociales. Una utilización efectiva de ellas logrará establecer puentes de comunicación reales y directas con la ciudadanía en la medida en que la comunicación sea en dos vías y no la simple retahíla de un boletín de prensa con redacción setentera. Hoy por hoy, la sociedad reclama de sus autoridades un lenguaje sencillo, directo, sin empalagos ni rigideces. 

Habrá quien manifieste que los ayuntamientos apenas si alcanzan a realizar medianamente sus actividades como para andar pensando en otras de largo alcance. Nadie dijo que fuera fácil el reto. Y el reto no es que se lleven a cabo las típicas tareas a que está obligado un ayuntamiento, lo que de por sí es una obligación.

El reto es trabajar por municipios sanos, competitivos y productivos; el reto es establecer un nuevo modelo de vida gubernamental que nos permita vivir un desarrollo efectivo y no solo escucharlo en discursos a modo de ilusión.




Reflexiones sobre el XIV Congreso Mundial de Mediación y Cultura de Paz




Fotografía tomada de Google.com
Hace apenas unos días se llevó a cabo el XIV Congreso Mundial de Mediación, esta vez en Buenos Aires, Argentina. Con el mismo entusiasmo de cada año, grandes delegaciones de Chile, Brasil, Italia, Uruguay, España, Estados Unidos, Perú y México nos dimos cita para compartir en la casa de los argentinos como sede, seis días de intenso trabajo en tormo a la Mediación y a la Cultura de la Paz. Talleres, Mesas Temáticas, Foros de Análisis Dialécticos, abrazos, saludos, convivencia e intercambio de experiencias se entremezclaron cada día con el único afán de aportar cada uno lo mejor de sí.

Desde hace ya bastantes años participo en este Congreso que ha tenido sedes en distintos países y no deja de admirarme el encanto que emerge de él. Encanto por los sentimientos de paz y de concordia que casi logran ser tangibles en cada ocasión. Admiración porque un evento de esta envergadura precisa una enorme cantidad de trabajo de un gran número de personas. No es cuestión menor la movilización de más de mil personas, aunque más bien lo atribuyo al enorme liderazgo que posee Jorge Pesqueira Leal (catedrático de posgrado de la Universidad de Sonora) quien es materialmente el CEO de la organización, la cual tampoco ha de ser tarea sencilla habida cuenta de la serie de recursos humanos, tecnológicos y materiales que implica. En la edición 2018 por ejemplo, se tuvo una afluencia de 1,700 asistentes.

En el transcurso de los días logro percatarme de muchos detalles: el conferencista de ochenta años que con vigor juvenil logra cautivar a su público, los nervios iniciales de las chicas que exponen su proyecto exitoso, la audiencia que les aplaude con empatía reconociendo en ellas -tal vez- los inicios de hace muchos años de ellos mismos. Los intercambios de correos electrónicos para posibles trabajos en redes académicas o de trabajo comunitario. Así son estos Congresos. La charla fácil, sencilla, amable.

Cada espacio es la justa oportunidad para compartir lo mejor de cada cual. Incluso a pesar de las diferencias que se pudieran generar. 

La Mediación[1]en Argentina es una práctica sumamente arraigada que emerge en los albores de los años noventa en Buenos Aires. Hoy en dia existe como mediación prejudicial, mediación social en barrios, en comunidades e incluso cuentan con un Registro Nacional de Mediación y un Registro Nacional de Conciliadores Laborales. Por su parte el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos brinda mediaciones a través del Centro de Prevención y Resolución de Conflictos.

En 1998 en Argentina se dio paso a la denominada Mediación de Segunda Generación, esto es, no solo promover acuerdos sino establecer procesos colaborativos de construcción de consensos para resolver conflictos multipartes, complejos y públicos[2]

Solo basta echar una vista a las páginas de mediación que existen de aquel país para percatarnos de la gran cantidad de actividades que en torno a ella se realizan y con resultados elocuentes.

Escucho atentamente cada exposición en este XIV Congreso Mundial de Mediación. Observo el énfasis en la palabra y el tono de entusiasmo que invade. Que nos invade. Y me pregunto si acaso en México estamos trabajando este rubro con similar pasión. Es el pensamiento el que me lleva a reflexionar que son factores como los conflictos sociales los que frenan el desarrollo nacional y el de las comunidades. Muchas veces son los enfrentamientos entre vecinos los que boicotean el contar con barrios y colonias tranquilas, limpias, agradables. O por desacuerdos con las autoridades locales. Se rehuye a la palabra y al entendimiento.

La reforma del 2008 estableció que las leyes preverán mecanismos alternativos de solución de controversias, pero me temo que más bien se han establecido centros de justicia alternativa más como parte de una estructura judicial o administrativa que como un medio que promueva la cultura de la paz y la concordia. Necesitamos transitar hacia una educación que privilegie la armonía, los consensos y las buenas prácticas de convivencia. Una educación que se geste en el seno familiar, en el aula y que continúe a lo largo de la vida. 

Bien valdría la pena hacer un alto, sentarnos a la mesa y reflexionar qué estamos haciendo como sociedad y qué está haciendo el gobierno. No para separar, no para atrincherarnos cada cual en una esquina, no para señalarnos con índice de fuego como culpables. Si la mediación es una vía para la pacificación ¿Porqué no invertimos en ella? Profesionalizar la Mediación y certificarla o crear una estructura gubernamental para cumplir el mandato constitucional no son precisamente las acciones que promoverán en los seres humanos sentimientos de paz y de consensos. La tarea va mucho más allá.

Año con año compruebo en cada Congreso Mundial de Mediación y Cultura de Paz, cómo los asistentes escuchan con avidez a grandes expositores mexicanos, particularmente a Jorge Pesqueira Leal, promotor incansable de la mediación y justicia restaurativa. Toda lectura obligada respecto a la materia lo tiene como referente.  

Tal vez sea tiempo de cruzar los temas de mediación, educación y participación ciudadana para alcanzar el objetivo que propone la UNESCO y que nos hermana:
Construir la paz en la mente de los hombres y de las mujeres[3]





[1]http://www.jus.gob.ar/mediacion.aspx
[2]https://www.santafe.gov.ar/index.php/web/content/download/71289/345896
[3]https://en.unesco.org

Estructuras municipales


Fotografía tomada de Google.com
Como cada tres años, la pregunta resurge: ¿Cual es la estructura funcional - jerárquica municipal que habrá de existir acorde con el nuevo estilo de gobierno? Me refiero desde luego a la estructura administrativa de apoyo al ayuntamiento, considerado este como el máximo órgano colegiado compuesto por presidente, síndico y regidores.

Es un tema discutido pero pocas veces materializado en hechos que indiquen que las estructuras se hayan adaptado a los planes. Más bien ha sido al revés: se han adaptado los planes a las estructuras, incluso si son esquemas obsoletos. No sé hasta qué punto esto haya contribuido al éxito o no de aquellos. En la práctica, básicamente cada trienio amplía el aparato gubernamental municipal sobre todo en puestos de confianza que por alguna extraña razón terminan -muchos de ellos- siendo catalogados como de base, haciendo difícil -que no imposible- un despido de sobre todo por cuestiones económicas de finiquitos. Al menos así ha sido la historia.

Cuando se planea la apertura de nuevas dependencias resulta indispensable definir no solo su pertinencia primero y después su competencia, sino también la organización interna y funciones de cada cual, el carácter de los cargos, sueldos, salarios, costo por operatividad y costo-beneficio, entre otras cuestiones de vital importancia que se suman a las de las ya existentes, con impacto directo al presupuesto y a la nómina y en general, al grueso del grupo de funcionarios y empleados que integran la burocracia. Por desgracia pocas veces es así y se termina otorgando cargos a los colaboradores de campaña que resultan ser no necesariamente los más capacitados, amén de alguno o alguna otra.

También es posible que una vieja estructura interna de alguna dependencia ya no sea necesaria o bien haya cumplido su misión en forma definitiva.  Sucede en todas partes y aquí no es la excepción pero ante la falta de conocimiento o interés la más de las veces, continua en operatividad muy dudosa pero con costos muy ciertos en lugar de reestructurar o asignar funciones nuevas que son vitales para el municipio sin tener que contratar a más personal. Existen variadas formas legales y laborales que permiten hacerlo sin socavar derechos de los trabajadores. Se insiste en que nada es imposible si se tiene bien definido lo que se quiere hacer y cómo hacerlo en aras de mejorar el servicio público sin lesionar los indicados derechos sobre todo los de los empleados de base.

En suma, una estructura administrativa funcional, acorde a los cambios tanto legales como sociales y políticos, no puede permanecer rígida o estática considerando las cada vez mayores cargas traducidas en responsabilidades que se generan en torno a la figura del municipio y sus autoridades locales frente al estado y la federación.

De ahí que las nuevas administraciones (ayuntamientos) estén llamadas primero realizar un análisis minucioso de la organización interna de cada dependencia en la que se defina con precisión los puestos y funciones  en relación a las capacidades técnicas indispensables para ocupar tales cargos y en su caso, tener claramente documentada la cantidad de plazas de base y de confianza que verdaderamente se requieren, con especial énfasis en erradicar la duplicidad de tareas que tantas veces se presenta para justificar plazas.  No es esta una actividad menor, ni fácil ni ligera. Se trata de determinar, definir, clarificar y precisar una estructura organizacional técnica y de funciones que coadyuve a la ejecución en lo administrativo de los planes de trabajo. No es hacer trajes a la medida para colocar a tal o cual persona y menos aún utilizarse como medida clientelar en la concesión de plazas y puestos a modo o a capricho. Ha costado y sigue costando demasiado a los habitantes de los municipios. 

 Sin duda es una tarea titánica de escritorio y de campo a realizar, en la que debe primar el conocimiento, la tenacidad y objetividad para hacerlo. Son muchos, muchos años y trienios parchando estructuras municipales, engrosando la nómina y haciéndola cada vez más pesada y lenta, pero sin duda los resultados serán contar con una administración municipal bien engranada, funcional, eficiente y eficaz. Finalmente el cambio que el colectivo demandó y exigió el pasado 1 de julio inicia en las casillas pero se materializa en los hechos administrativos y de servicio público. Empecemos por esto.

Ningún plan por excelente habrá de resultar exitoso si no se cuentan con elementos técnicos, humanos y operativos funcionales y acordes a las exigencias. 

¿Que mejor respaldo puede tener un ayuntamiento decidido y enfocado a realizar sus funciones con capacidad y eficiencia? 

 Bien vale la pena hacerlo.


Un renacer anunciado

Fotografía tomada de Google.com
 Lo imagino sentado a la mesa, tomando cantidades industriales de café, acompañado con algún panecillo de la panadería de la esquina. Escucho a Beatriz reprenderle por la cantidad de azúcar a consumir. Él responde con leve sonrisa, inclinado, absorto en su tarea de tratar de ordenar lo desordenado: el país. Más de 12 años elaborando el documento, ese que habría de ejecutar al ganar la presidencia. Dos veces aplastado por el fraude electoral, cada una tejido con magistral y perversa técnica.  Lo visualizo en esas dos ocasiones retomando sus papeles una vez definitiva la derrota en 2006 y 2012.  Terco, necio o persistente, da igual.  La derrota estaba anunciada para cualquier otro menos para él. ¿Cuántas veces mientras sorbía café pensaría en su admirado Benito Juárez, quien afirmaba que aquel que no espera vencer, ya está vencido? Era cuestión de esperar. De tener paciencia trabajando, recorriendo el país, conociendo a su gente, la raza de bronce mexicana. 

Incluso puedo escuchar sus pasos por la cocina, por la sala y por la estancia de su casa. Papeles por aquí y por allá. Subrayados, tachados, manchados, trabajados. Debatiendo con Olga (Sánchez Cordero) sobre su propuesta de amnistía y legalización de la marihuana y amapola. Con Tatiana (Clouthier) en franco y abierto intercambio de ideas, o con Héctor Vasconcelos, Carlos Urzúa, Víctor Villalobos, Luisa María Alcalde o Esteban Moctezuma, entre otros, para hacer un total de 16, ocho mujeres y ocho hombres con nivel de secretarios, su primer cuadro de apoyo. Aquí no aplica la frase lo que usted diga, señor. Aquí se debate e intercambian opiniones y experiencias. Nada ha sido dejado al azar. El plan tiene más de 12 años fraguándose, se corrige, adiciona, modifica, mejora.  La idea es provocar el renacimiento del país. Un plan que concentra una vida, muchas vidas, muchos Méxicos rotos. Armarlo de nuevo, rehacerlo, renovarlo, sacudirlo, sacudirnos como cuando nos levantamos de una caída. Ser resilientes y rebotar o catapultarnos en un esfuerzo colectivo para dejar atrás el México corrupto, violento, injusto, de la doble cara, de las insultantes fortunas y ofensivos salarios.  

A 16 días de distancia de las elecciones en México, en las que el partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) obtuvo histórico triunfo, queda a la federación, estados y municipios replantear su función gubernamental y de administración pública a la luz de lo que la ciudadanía exige. O al menos un buen perdedor asume esta responsabilidad.

En lo que concierne a la presidencia de la república, se anuncia un giro de 180 grados en diversos aspectos o como señaló Andrés Manuel López Obrador durante la campaña: provocaría el renacimiento del país y para ello propone 12 reformas todas de gran calado bajo la premisa de establecer un Plan de Austeridad Republicana lo que derivará en fusión de áreas, eliminación de subsecretarías y direcciones; destaca además que ningún funcionario pueda ganar más que el presidente, creación de la Secretaría de Seguridad Pública, terminar con el fuero, catalogar como delito grave la corrupción, el robo de combustibles y el fraude electoral, que el Estado Mayor Presidencial pase a la Secretaría de la Defensa, revertir el apenas aprobado decreto de privatización del agua, revocar o modificar la reforma educativa, educación pública y gratuita en todos los niveles, revocación de mandato, revisión del salario mínimo en la frontera.

Olga Sánchez Cordero, Ministra en retiro y propuesta para ocupar la Secretaría de Gobernación, impulsará a partir del 1 de diciembre la despenalización de la marihuana y amapola para uso lúdico como medio para combatir la violencia, el derecho a una muerte digna (ley de voluntad anticipada), despenalización del aborto.

Tal vez la vorágine de los cambios cause incomodidad en unos, molestia en otros y curiosidad en algunos más. Es natural, supuesto que toda la vida hemos caminado o tratado de hacerlo donde el único cambio ha sido las siglas del partido político en turno. No, López Obrador no será por él mismo la panacea que rescate a México de profundas desigualdades y retrasos pero sí el líder que se está rodeando de expertos para que le ayuden a ese gobierno que está por renacer. Antepone la humildad para reconocer sus limitaciones y respeta a quienes poseen aptitudes que él no. Agrupa, organiza, comparte su visión, entusiasma, lidera. 

Vistas así las cosas, la tarea de ese convocado renacimiento es trabajo de todos y no solo de algunos. Como todo gobierno que inicia (el 1 de diciembre) los mexicanos habremos de otorgar nuevamente un voto de confianza con la diferencia que en esta ocasión las expectativas son muchas, diversas, profundas. Algo así como la última esperanza de tener un buen gobierno. Ya probamos con el Partido Revolucionario Institucional y con el Partido Acción Nacional. Toca el turno por aplastante votación, a MORENA e inicia bien. Vaya, pareciera que desde el 1 de julio existen dos presidentes. Uno callado, con discursos básicos, mínimos, preparando maletas, guardando sacos y corbatas. El otro cubriendo apenas el requisito de indumentaria formal de un presidente electo para materialmente dedicarse a preparar el parto del (re) nacimiento anunciado.

Estoy segura que seguirá con su taza de café, la misma taza de siempre, con el panecillo preferido, sentado a la mesa en la cocina mientras Beatriz se encarga de prepararle otra cafetera rebosante, humeante, aromática. No deja ella de reclamarle el alto consumo de azúcar. Él sonríe y baja la cabeza para continuar la tarea que ha muchos años prepara, para subrayar con particular énfasis la frase participación ciudadana real. 

Toca a nosotros cumplir con esa parte de la tarea. Toca muy en especial  a quienes asumirán cargos de elección popular, seguir el ejemplo de visión, humildad, congruencia y verdadero conocimiento del quehacer público traducidos en la implementación y posterior  ejecución de un plan de gobierno con políticas públicas y ejes rectores que respondan a bastedad al reclamo social imperante.


Menos, nada.




El dinosaurio no está

Imagen tomada de Google.com
Augusto Monterroso (hondureño) escribió uno de los dos más breves micro relatos de la literatura universal: Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Un enunciado que encierra infinitas interpretaciones en cantidad de temas. Una de ellas es la política.  Sobre todo en México, donde la cultura popular identifica a un dinosaurio con el Partido Revolucionario Institucional quien por más de 80 años ha detentado el poder. Excepción hecha de los sexenios de Vicente Fox (2000) y Felipe Calderón (2006) aunque con las reservas de ambos casos, dado el largo brazo priista que había logrado -hasta ahora- extenderse incluso a la más recóndita oficina pública.

Despertares hubo otros, pero el dinosaurio seguía allí. Humilde en campaña, soberbio en el ejercicio del poder; discursivamente respetuoso de la ley, impune en los hechos. Herido de muerte, en el último soplo de vida, acorde con su infinita arrogancia, bebió lo que creyó que era un elexir para un cuerpo corrupto y decadente.  Echó mano de un candidato externo para terminar ahogándose en lo que fue su propio veneno.

El dinosaurio no está. El último coletazo fue ayer, el 1 de julio. Ante la muerte, el desconcierto priista, el duelo.  Ante la caída, el vacío de quienes vivían del presupuesto, la incertidumbre del futuro, la orfandad política o la re construcción, si es que hay algo que reconstruir. 

¿Que epitafio puede honrar su lápida? Acaso alguno que sirva de mensaje a los que llegan: la mortalidad es un hecho. No existe decreto ni ley que torne inmortal a nadie. La enseñanza:  la forma en que se viva sí es una elección propia.

Los actuales gobiernos priistas que quedan tendrán que honrar generosamente la muerte del dinosaurio a golpe de buenas acciones. A fuerza de transparencia y de actos de no corrupción. A punta de rectitud, de congruencia y de resultados positivos hacia la colectividad.

Luces y sombras cubren la existencia del PRI y de los gobiernos emanados de él. Logros y derrumbes. Sótanos y mazmorras también. Tiempos de gloria, riquezas y abundancia para unos cuantos.  Lustros de esperanzas fallidas, ofensas y pobreza cumplidas para la mayoría, inagotable fuente de negociación para otros.  Acaso algunos respiros sociales solo para justificar la existencia de una estructura elitista y rapaz.   

Los saldos actuales duelen: Un Sistema Penal Acusatorio con agujeros, un Sistema Nacional de Transparencia y Anticorrupción acorde a unos cuantos intereses, un Servicio Profesional Docente plagado de inequidades y un Nuevo Modelo Educativo conceptual, alejado de lo programático pero muy cerca de las indefiniciones.  

El dinosaurio ya no está.  El asunto es ahora que no existan otros organismos, en este caso partidos políticos, que reproduzcan al dinosaurio mayor bajo formas similares. La política -como la naturaleza-  es caprichosa y utiliza estrategias y estructuras diversas con tal de cumplir con su función de reproducción a través de partidos políticos.  Por eso alzar las campanas al vuelo no es precisamente recomendable.

Ante el peligro siempre latente de repetir historias, la obligación ineludible de tener en cuenta el pasado.  Paso a paso para caminar firmes.  Renovarse con inteligencia o morir.  


Debates y Redes Sociales


Fotografía tomada de Google.com
“Usted es un buen chico, con altas calificaciones, pero en democracia creemos sinceramente que no aprueba” Así espetó durante aquel famoso primer debate Diego Fernández de Ceballos (PAN) a Ernesto Zedillo Ponce de León (PRI), ante un adusto Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (PRD), todos contendientes a la Presidencia de la República en 1994. Han pasado 24 años de ese histórico hecho.  En aquella época no existían las redes sociales (RRSS). El órgano regulador del proceso fue el Instituto Federal Electoral, con una carga más de dudas que de confianza ciudadana.

Hace 24 años era vital presenciar el análisis del debate, las grandes televisoras lo sabían y capitalizaban al infinito. Política y económicamente hablando. Televisa y TvAzteca eran los verdaderos protagonistas de la noche después del debate. A través de los analistas                      invitados unos, comprados otros, se influía enormemente en el pensamiento colectivo sobre el ánimo del voto.  Ese ánimo que aun estaba caliente, a flor de piel. Eran ellos quienes maquillaban a conveniencia las deficiencias habidas de los contenidentes en el debate, exponenciaban los aciertos, recalcaban las diferencias, marcaban rumbo a modo. Asi que al final del día eran las casas televisoras las que materialmente (previo jugosos acuerdos)  definían quienes eran los ganadores y quienes los perdedores. 

Mucho ha cambiado desde entonces. Hace 24 años obtener información del ejercicio gubernamental era ir a buscarla, rastrearla, incluso discutir con funcionarios públicos para obtenerla, con la posibilidad mayúscula de un no rotundo.  Cuando estaba preparando mi tesis de licenciatura en derecho (1992) con tema sobre abstencionismo electoral, acudí ante la autoridad estatal correspondiente a tratar de obtener la plataforma electoral de cada partido político. Recuerdo que la persona que me atendió me miró despectivamente antes de, con bastante soberbia, negar el expediente que en copia tenia sobre su escritorio e incluso se retiró de su oficina estando yo aún en el lugar.  

Hoy en día ha cambiado radicalmente. Existe una Plataforma de Transparencia[1]que garantiza esto y la rendición de cuentas en todo el país. Realmente funciona, pese a la incredulidad que pudiera generar esto. 

Pero lo más importante es que ahora, en este justo momento, la gran mayoría de los mexicanos estamos conectados y somos usuarios permanentes de las redes sociales. Hace poco tiempo se lanzó el reporte “La Tecnología Digital en México en 2018”[2]el cual revela datos por demás interesantes: En un país de 130 millones de mexicanos, 85 millones (65% de la población total) utiliza las RRSS. 83 millones son usuarios de Facebook, de los cuales el 94% accede a través de sus móviles. El tiempo promedio diario que utilizamos en redes es de 8 horas con 17 minutos. Los sitios web más demandados aparte de Facebook son Google, Youtube, Whatsapp, Twitte, entre otros. Esa es la realidad que tenemos. 

Por eso los debates en México han evolucionado. No tanto por la rigurosidad con la que se han regulado el formato, ni siquiera por la evolución del instituto electoral habida cuenta de la Reforma de 2014. Han evolucionado por el acceso ciudadano los medios de comunicación ya no como sujeto pasivo sino activo plenamente  y por la fuerza del impulso social. Se acabaron los análisis a modo. Se acabaron los analistas a conveniencia. Ahora cada ciudadano puede hacer valer su opinión, a cual más respetable. Las mismas televisoras que antaño acaparaban el post debate, cambiaron sus propios formatos de análisis. Evolucionar o morir como medio. 

Bienvenida sea la diversidad de opiniones libres, respetuosas, auténticas y genuinas. Bienvenidas sean las ideas que nutren y fortalecen el espíritu ciudadano. Bienvenido el compromiso real de aportar conocimiento y experiencia. Bienvenidas las participaciones ciudadanas que ayudan a construir.


[1]http://www.plataformadetransparencia.org.mx/web/guest/inicio
[2]https://hootsuite.com/es/pages/digital-in-2018-mexico

Botar el voto



Fotografía tomada de Google.com
El uno de julio de 2012 acudimos los mexicanos a votar por diversos candidatos a cargos de elección popular, entre ellos el de presidente de la república. Josefina Vázquez Mota con el lema DiferenteLa mujer tiene palabra por el Partido Acción Nacional, Andrés Manuel López Obrador con El cambio verdadero está en tus manos por el Partido de la Revolución Democrática, Movimiento Ciudadano y Partido del Trabajo, Gabriel Quadri enfatizó ¿Contamos contigo?por el Partido Nueva Alianza y Enrique Peña Nieto enarboló el lema Mi compromiso es contigo y con México por el Partido Revolucionario Institucional y Partido Verde Ecologista de México. 

Los resultados fueron en porcentajes, el 38.21% para Enrique Peña Nieto, 31.59 para AMLO, Vazquez Mota con 25.41% y Quadri con 2.29%. Los votos nulos representaron el 2.47% que significan alrededor de 1'241,154 votos[1] Peña Nieto fue acusado de compra de votos y fraude. Baste recordar la bochornosa forma en que tomó posesión del cargo en un marco de violencia civil a manera de protesta.

Las elecciones del 2012 marcaron el rumbo para los siguientes seis años que en algunos meses habrán de concluir. La memoria colectiva guardará para siempre las reforma estructurales en materia educativa, de telecomunicaciones y financiera, producto del famoso Pacto por México (PAN, PRD, PRI y PVEM)y la álgida discusión sobre la reforma energética derivando en que el PRD rompió el Pacto. El colectivo no solo recordará, sino que tendrá presente aspectos negativos de este gobierno que se encuentra ya en el ocaso: la propia reforma educativa, energética y la hacendaria, el tristemente célebre programa Cruzada contra el hambre, un marcado retroceso en el ya de por sí elevado índice de pobreza, esto es, 53.3 millones de mexicanos, a pesar de que somos la decimocuarta economía del mundo[2]El propio Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) indica que el poder adquisitivo del ingreso laboral disminuyó 2.5% en el cuarto trimestre del 2016 y el cuarto trimestre de 2017 y en 20 de las 32 entidades federativas aumentó el porcentaje de la población que no puede adquirir la canasta alimentaria con su ingreso laboral.[3]

Los mexicanos tenemos presente Tlatlaya (2014) donde un grupo de militares masacró a 22 personas, Nochixtlán (2016) 9 fallecidos, Ayotzinapa (2014), con la desaparición de 43 estudiantes normalistas, Apatzingan (2015) con 10 personas fallecidas, y la lista sigue hasta alcanzar hoy más de 120,000. No se nos olvida el escandaloso caso de la Casa Blanca, un combate a la corrupción que poco y selectivamente combate y todo corrompe, una inseguridad social alarmante a grado tal que nuestro país es incluso considerado un lugar turísticamente peligroso. Siete ex gobernadores perseguidos, alcanzados algunos y  ninguno sentenciado. Seis años de gobernadores y nunca en ese tiempo se les detectó nada irregular.

Ese es el marco que rodea a las elecciones del 2018. Estamos a escasos 73 días de acudir a las urnas y votar. Votemos pasado y presente pero con la vista puesta en el futuro. 

Definitivamente abstenerse de votar o anular la boleta no es opción que nos ayude a construir un país, un estado y un mejor municipio. Los partidos políticos que mayormente están a la baja en las encuestas apuestan a que personas con determinado perfil no voten por temor a que lo hagan por otro partido. Le están apostando eso sí, al voto duro, a ese que les es fiel y por otra parte, tratando de convencer a los indecisos. El INE reporta que para las elecciones del 2006 el abstencionismo fue del 41.45% en tanto que en 2012 se registró el 36.92%. No es tiempo de botar el voto. Ni por abstención ni por nulidad.

En esta época de ciudadanización como figura central en varias leyes, ¿porqué no empezamos por la tarea principal por excelencia que es la de fomentar una conducta cívica auténtica y efectiva como es el acudir a votar? Empecemos por el espacio más directo que es la familia, luego el entorno social, educativo, laboral, etcétera. El cambio que buscamos y que anhelamos se construye con la suma de pequeñas modificaciones de conducta.

Es esto o seguir condenados sexenalmente y hasta la eternidad a gobiernos corruptos, con índices escandalosos (más) de pobreza, desigualdad y desesperanza.  Es abandonarnos por decisión propia como sociedad. Eso sí da miedo. 


[1]http://portalanterior.ine.mx/archivos3/portal/historico/recursos/IFE-v2/ProcesosElectorales/ProcesoElectoral2011-2012/Proceso2012_docs/memoriasPEF2011-2012/23_Capitulo_16.pdf
[2]https://www.oxfammexico.org/sites/default/files/desigualdadextrema_informe.pdf
[3]https://www.coneval.org.mx/Medicion/Paginas/ITLP-IS_resultados_a_nivel_nacional.aspx

Toc, toc... se busca a los votantes indecisos



Guardan con mucho celo su opinión, toman la decisión al justo momento de encontrarse frente a sí con la papeleta o de plano deciden no ejercer el derecho/obligación al voto, lo que desde luego es el peor de los escenarios. Me refiero a las personas que las estadísticas y casas encuestadoras identifican como abstencionistas e indecisos. Quienes manifiestan ir a votar y lo hacen anulando intencionalmente el voto, se etiquetan como voto blanco. Ninguno de ellos ayuda a la construcción de un país. Es más, para efectos de asignación de presupuestos a los partidos políticos, se considera (entre otras variables) los votos válidos obtenidos en una elección, en tanto que los votos nulos son echados a la basura. Algo digno de considerar a la hora de emitir nuestro voto.

Desconozco de bien a bien si a los partidos políticos les preocupa realmente el alto porcentaje de personas indecisas en su intención de voto o acaso prefieren conservar el ya altamente dudoso voto duro, concentrarse en él y olvidarse de los abstencionistas e indecisos. Tampoco esto ayuda a la construcción de un país, si eso es lo que realmente se pretende.

En México la emisión del voto si bien es una obligación, no conlleva una sanción no votar y en todo caso, nos encontramos frente a valores ciudadanos y cívicos. Algo paradójico, considerando que es el Estado quien financia a los partidos políticos. En 2018 se destinaron más de 6,800 millones de pesos a los PP, sin considerar las prerrogativas que obtienen por entidad federativa. ¿Que tanto de ese dinero se destina a promover por parte de los PP la calidad ciudadana y no solamente a votar por preferencia partidista? 

Naciones como Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Egipto, Ecuador, Perú, regulan el sufragio como obligatorio y en caso de no ejercer este, se asignan tareas comunitarias o multas. En algunos países (Argentina, Bélgica, Perú, Singapur y Uruguay) se considera como violación de un deber civil con efectos de baja en el padrón electoral y cancelación de credencial con el deber de inscribirse de nuevo. La baja del padrón electoral repercute en serias dificultades de realización de trámites administrativos gubernamentales.  Estos paises registran una alta participación ciudadana en procesos electorales: arriba del 80% de los registrados acuden a las casillas. En México en elecciones federales apenas se alcanza acaso el 60% del padrón electoral. Necesitamos que ese casi 40% de votantes acudan a las urnas y expresen con efectividad su voto.

Ejercer el voto es la más pura y saludable forma de ejercer la democracia y evitar los fraudes electorales que tanto han dañado y perjudican a la colectividad. Cierto es que los mexicanos hemos sido duramente golpeados por gobiernos incompetentes e incapaces que como aves de rapiña se lanzan en pos de un presupuesto para el buen vivir de ellos.  Nuevos ricos surgen cada tres o seis años, la corrupción galopa en todos los niveles y esto cansa a la colectividad.  El desánimo social se traduce en desinterés electoral. Pero cuidado, es esto precisamente a lo que apuestan algunos partidos políticos. Buscan la cómoda certeza del voto duro, su voto tradicional, con la esperanza de que el abstencionismo y el voto nulo hagan lo propio para de esta forma posicionarse. Es decir, le apuestan a que la gente no vote porque la incertidumbre de no saber por quien votarán los indecisos les carcome el alma y les carcome los puestos de elección popular.
Según Infoeleccionesméxico.com[1], Reuters[2], Ipsos[3], Aristegui Noticias[4], SDnoticias[5], Consulta Mitofsky[6]una gran cantidad de personas aun no definen su voto.  En una somera búsqueda, estos son los resultados obtenidos:

Candidato
Suasor Consultores
Arias Consult
Reuters
Parametría
Ipsos
Aristegui
Facebook
Mitofsky
AMLO
31
47.8
35
36.3
39.5
39.5
29.5
Meade
25
18.1
16
15.1
24.3
24.3
16.4
Anaya
22
14.6
21
22.7
24.7
19.5
21.2
Zavala
 5
  6.2
10
  2.8

08.0
  4.8
Rodríguez
 1
--
  5
  1.1

  3.4

Indecisos
15
13.2
12

16.3
  4.5
28.1
Voto blanco 



10.8



Voto nulo



10.8





Como se observa, aun es alto el porcentaje de personas indecisas. De ahí el llamado imperioso, urgente, decidido, que apela al más alto espíritu ciudadano democrático: el ejercicio efectivo del voto.  El abstencionismo es el arma secreta de quienes desean seguir en el poder para continuar con un estado de monarquía fáctica, con un estado de abismales desigualdades en todos los ámbitos: educativo, laboral, económico, de salud, etcétera. 

La democracia garantiza el derecho a elegir, pero quienes decidimos somos nosotros.  Este es nuestro tiempo. 



[1]http://www.infoeleccionesmexico.com/encuestas-presidenciales-mexico.php
[2]https://www.forbes.com.mx/amlo-ventaja-anaya-y-meade-presidencia-encuesta-parametria/
[3]https://politico.mx/central-electoral/elecciones-2018/presidencial/amlo-encabeza-le-siguen-anaya-y-meade-según-ipsos/
[4]https://aristeguinoticias.com/1203/mexico/a-111-dias-de-las-elecciones-amlo-puntero-anaya-no-sube-y-meade-esta-hundido-encuestas/
[5]https://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/03/11/encuesta-en-facebook-amlo-395-meade-243-anaya-195
[6]http://www.consulta.mx/index.php/estudios-e-investigaciones/elecciones-mexico/item/1011-preferencias-intercampana-mx