Cosas de Reyna

La otra lucha de AMLO

Fotografía tomada de Google.com
Leo una y otra vez la Cartilla Moral (CM)  y durante días trato de comprender la idea original de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México. Lo veo y escucho cada mañana en su rueda de prensa. Trato de descifrar en el mensaje diario la clave, el atisbo de alguna pista que de pauta para comprender en qué bendito momento surgió esa idea de difundir este documento elaborado en 1944 por Alfonso Reyes Ochoa, pensador mexicano. 

 Analizo cada punto de los doce que contiene la CM y los dos resúmenes correspondientes. Ilustran y -diría- fortalecen la CM próceres como Morelos, Hidalgo, Ortiz de Domiguez, Sor Juana Inés de la Cruz, Francisco I. Madero, Benito Juárez. Francisco Villa y Lázaro Cárdenas. 
Camino pensando y pensando camino.
  
AMLO se ha empeñado en terminar con los abusivos privilegios en el gobierno de México y encabeza la Cuarta Transformación (4T). Una estrategia particular de éxito es -considero- la diaria interacción con los mexicanos y medios de comunicación. No es a través de boletines de prensa ni notas pagadas por el gobierno. Pese a la serie de burlas y descalificaciones que se vuelcan en Twetter, lo cierto es que el apoyo resulta francamente apabullante. Como suele suceder con las acciones que emprende el presidente Andrés Manuel López Obrador, la controversia es el sello de su discurso pero es epicentro del apoyo ciudadano. 
Si pensábamos que el mayor problema en nuestro país era el narcotráfico, lo cierto es que el asunto de robo de combustible a Pemex deja ganancias exorbitantes al crimen organizado que le ha permitido hasta ahora seguir operando. 

Decadencia es la primer palabra que salta a la vista en las páginas iniciales de la Cartilla Moral que presenta AMLO. Decadencia que argumenta el presidente en la hoja de presentación, se produjo por la corrupción del régimen y la falta de oportunidades de empleo y de satisfactores básicos por la pérdida de valores culturales, morales y espirituales. Presenta esta CM para lograr el renacimiento de México y hacer realidad el progreso con justicia, la promoción de una manera sustentada en el amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza, a la patria y a la humanidad. El documento se divide en varios apartados que van de la moral y el bien, al cuerpo y alma, civilización y cultura, respeto a sí mismo y a los demás, familia, sociedad y derecho, patria y naturaleza.

Por más críticas que los contrarios a AMLO exterioricen, por más burlas o descalificaciones que se le imputen, lo cierto es que nadie hasta ahora ha logrado ni amedrentarlo, ni dar paso atrás y menos aún claudicar en esta lucha que no tiene reversa.  Congruencia que le ha redituado cada vez mayores simpatías entre la población, incluso con la que no votó por él.

Me sigue causando ruido el tema de la decadencia. La decadencia social que proviene de la individual, aquella que se va despojando de patrones de conducta positiva hasta distorsionarlos para realizar una adecuación a la realidad, con la consecuente pérdida de valores morales y éticos. Por ejemplo, los mexicanos hemos padecido el tema de la corrupción desde lustros atrás pero también nos hemos adaptado a ella. Ante una multa de tránsito procede una mordida. Ante un trámite obedece la propina indebida, ante un posible empleo cabe el tráfico de influencias, si el hijo no es admitido en una escuela pública se busca la manera de lograrlo aunque no cumpla requisitos y así hasta el infinito hasta ubicar este comportamiento no como decadente sino como un comportamiento natural en este México nuestro. 
La línea de lo correcto y lo indebido se señala en el contrario, en el otro, en el vecino, en el compañero de trabajo, en cualquiera menos en uno mismo. La ley del mínimo esfuerzo campea en la decadencia social: Estudiar menos, trabajar mínimo y simular mucho,  regodearse en la nada para obtener el todo o lo más posible... sin mayor esfuerzo por favor.

Ante gobiernos corruptos, la respuesta era actuar en consecuencia y en la lógica de muchos suponía actuar siendo iguales. ¿Qué país puede avanzar con esta mentalidad? 

Por esto pienso que la Cartilla Moral es más que un golpe de buenos deseos.  Es la lucha no hablada abiertamente por AMLO, es el tema delicado per sé, es la parte sensible de una sociedad que no gusta escuchar el cómo somos, puesto que ¿a quien le gusta que le digan laxo y corrupto? La CM representa un nuevo pacto social que implica rescatar valores, principios y deberes ciudadanos

El ataque frontal a la corrupción que con tanto ahínco encabeza AMLO tiene otra parte actora  que en voz baja, apenas audible se escucha: nosotros, los ciudadanos. 

Cada vez que voz en cuello AMLO reafirma su frase "No les voy a fallar" siento que está esperando una respuesta que tarda, que se oculta en los aplausos y que se resiste al compromiso genuino, auténtico y de largo plazo a manera de forma de vida:
Un "Nosotros tampoco".