Cosas de Reyna

De jerarquías y necesidades

Una de las cuestiones que inquieta en términos de desarrollo social comunitario, es qué tanto estamos avanzando en renglones tales como seguridad pública, educación, empleo, mejoramiento de espacios públicos o acceso a ellos entre otros tantos.   Si bien existen planes de desarrollo municipal, estatal y federal, persiste la duda de si responden más al cumplimiento documental del contenido del Artículo 26 Constitucional que establece la obligación de tal sistema o si verdaderamente tiene el espíritu de una real ejecución en términos de imprimir solidez, dinamismo competitividad, permanencia y equidad al crecimiento de la economía para la independencia y la democratización política, social y cultural de la nación. 

En otras columnas he comentado sobre la necesidad no solo de que el gobierno autoevalúe sus objetivos y metas  sino además  que plasme resultados a través de indicadores que a la sociedad nos permita constatar los avances o no de aquellas.  Algo completamente saludable para los ciudadanos y más para aquellos gobiernos que responden efectivamente a sus compromisos. Técnicamente constituiría la boleta de indicadores a presentar como muestra no solo de lo realizado sino de la evolución, lo cual a mi parecer es aun mas interesante. 

En cada ocasión que abordo este tema viene a mi mente la teoría de Abraham Maslow, neoyorquino -aunque de padres judíos- nacido en 1908 quien estudió la psicología humanista a través de la salud mental.  Sin embargo es más conocido por su teoría denominada  Jerarquía de Necesidades de Maslow que aborda la motivación humana, el potencial humano y la auto realización.   En una atrevida síntesis de tal teoría para fines de esta columna, a través de aquella determinó que los seres humanos tienen necesidades estructuradas a diversos niveles y que una vez satisfechas la persona va creando otras superiores las que al cubrirse generan otras.  En total identificó cinco colocándolas en pirámide: 1.  necesidades fisiológicas, 2. Necesidades de seguridad,                   3. Necesidades de Afiliación, 4. Necesidades de Reconocimiento y 5. Necesidades de Auto realización.   Los cuatro primeros son de carácter básico y solo el quinto responde a la necesidad de ser, de auto realizarse.  A mayor avance dentro de la pirámide se va estrechando el espacio horizontal de necesidades pero no por esto son menores.  En todo caso, se convierten en necesidades más específicas.   Maslow estudió y analizó a grandes personajes mundiales a la luz de su Teoría y escogió a iconos como Mahatma Gandhi, Albert Einsten, Abraham Lincoln entre otros,  y concluyó  que eran personas centradas en la realidad y en los problemas.  Personas inconformistas con las inercias, creativos, originales.  Y dicho sea de paso, con gran sentido del humor incluso sobre ellos mismos, clara manifestación de mentes brillantes.

No es la pretensión ampliarme sobre el tema de la Teoría de Maslow sino el comparar  aplicando al Estado sea la Federación, Entidad Federativa o Municipio la pirámide de necesidades.    El siguiente cuadro es meramente ilustrativo:

Necesidades del individuo según Maslow  Necesidades del Estado/Gobierno
1. Fisiológicas: Respirar, descansar, alimento,  vestir.
1. Fisiológicas:  La existencia de un municipio, estado y/o federación donde convergen grupos sociales con un  proyecto de vida que les permite su subsistencia como sociedad organizada.
2. Seguridad: Empleo, recursos, moral, salud, familiar afectivo, propiedad.
2. Seguridad:  Gestor en la generación de empleo, establecer condiciones para la paz y tranquilidad, propiciar condiciones favorables para la instalación de empresas sin menoscabo del entorno ecológico ni de sus habitantes, aplicación transparente de recursos y gestor efectivo de ellos, ejercicio moral, salud financiera y administrativa, buen entendimiento con la comunidad, atento a una capacidad patrimonial que responda con efectividad a compromisos contraídos.
3. Afiliación:  Amistades, afecto, intimidad sexual 3.Afiliacion: Coordinación y permanente comunicación con los distintos sectores que conforman a la sociedad.  Intimidad social entendida como el constante cuidado hacia la opinión pública que le permita estrechar lazos gobierno-sociedad.
4. Reconocimiento:  Confianza, éxito, respeto social, no prejuicios 4. Reconocimiento:  Respeto de los gobernados derivado de la confianza en el accionar gubernamental basado en una planeación democrática y participativa.  Exito del gobernante por la congruencia en su actuar y por los resultados.
5. Auto realización: Satisfacción innata de crecimiento y de aportar algo a la sociedad y al mundo.  5. Auto realización:  Formular aportaciones mayores a las establecidas en la ley que por sí mismas son obligaciones e ir en pos de estadios de vida comunitaria de primer mundo.


En esta tesitura, se entiende que al satisfacer las necesidades inferiores, se van activando elementos motivadores hacia el siguiente nivel.  Así, no se entendería que un individuo procurara el éxito si antes no ha obtenido mínimamente empleo. ¿Quien ha visto a algún presidente de algún club de servicio que no tenga empleo ni recursos financieros que respondan a sus necesidades personales? Difícilmente sucede, a menos que opere el modus  vivendi y esto ya es otro tema.  Sin embargo sí existen personas que alcanzados los cuatro niveles primeros, se auto realizan estableciendo fundaciones, clubes de apoyo/servicio con el ánimo de aportar algo a su entorno.  Bill y Melinda Gates, Warren Buffet, Mark Zuckerberg, Paul Allen, entre muchos más.  Desde luego se comprende las dimensiones de cada caso y el entorno de cada quien para determinar la teoría.

Cabe también reflexionar sobre la planeación gubernamental:  Nadie comprendería un proyecto de construcción de un monumento si no existe -por ejemplo- una biblioteca publica digna que permita a la comunidad acudir a esos espacios vitales para cualquier pueblo que se precie de promover la educación.  Tampoco se entiende  al gobernante sediento del aplauso cuando aun no ha puesto a prueba eficazmente los resultados de su gestión.   

Maslow afirma que las necesidades de cada nivel incluso pueden ser contrarias pero no se excluyen entre sí.  Por ejemplo,  en el primer nivel tenemos necesidades de alimento y de descanso. Obviamente la primera requiere trabajo.  Esto se explica porque el ser humano requiere atender diversas necesidades (provenientes de un mismo nivel) que le permitan avanzar con armonía en su formación y desarrollo integral.  Igual debe aplicar dentro de la planeación gubernamental de tal forma que se cubran las múltiples necesidades sociales dentro de un marco de actuación razonada, congruente y con alto sentido social. 

El tema aquí es un intento de reflejar la Teoría de las Necesidades de Maslow en el aparato gubernamental sea la federación, una entidad federativa o el municipio.  El asunto es que ninguna autoridad que se precie de serlo -efectivamente serlo- no puede ni debe aspirar al respeto ni al reconocimiento social si antes no se han satisfecho colectivamente necesidades básicas establecidas en un proyecto de vida a largo plazo con resultados y evaluaciones medibles al corto y mediano periodo.   No, no me refiero al término respeto entendido como obediencia o acatamiento legal a la autoridad, sino al respeto que se gana a pulso como reconocimiento del trabajo y tesón en el actuar de aquella.  Este respeto se va construyendo en cada nivel de los aquí mencionados.  

Es ante las incongruencias en el ejercicio de la administración pública cuando la crítica social se vuelve ácida.  Acidez que se debiera analizar no a la luz de la negación de realidades o con la tacha del autoritarismo que descalifica cualquier manifestación contraria a quien  atisbe siquiera a alzar la voz sino en la inteligente madurez política que permite a un gobernante analizar, estudiar y actuar en aras de un mejor gobierno.


reynael@caborca.uson.mx