Aunque anticipé que este mes de octubre lo dedicaría a mitos y leyendas mexicanas, lo cierto es que no puedo dejar pasar desapercibido un hecho que ha tenido relevancia a nivel nacional e internacional: El nombramiento de Marisol Valles García como jefe de la Policía Municipal de Praxedis G. Guerrero en Chihuahua Chih., muy cerca de Cd. Juárez, la plaza más violenta de México.
La joven de tan solo 20 años ha asumido el cargo en un estado –como muchos otros del país- donde el peligro acecha a cada paso. La he observado concediendo entrevistas y el temple que tiene es de admirarse: Invita a unos y a otros a sumarse al proyecto de trabajo que encabeza, les plantea sus ideas y con contundencia afirma que las cosas si pueden cambiar mediante distintas acciones sociales y comunitarias en tanto haya fomento a los valores.
Ver lo que esta joven hace y dice convencida, es un vivo ejemplo de que no todo está perdido. Marisol ha sido llamada la mujer más valiente de México y afirma que ese miedo social que existe se debe cambiar por seguridad. Pero no solamente declara, sino que también actúa a la medida de sus posibilidades y con el apoyo que está recibiendo. El deseo de servir a su comunidad es claro.
La fama la ha arropado: Aparece en todos los medios de comunicación e incluso en Wikipedia donde se anota que es estudiante de Criminología destacando que fue la única que aceptó el puesto en una de las zonas más peligrosas del país. Admiro el valor y arrojo de la joven pero me inquietan algunas cuestiones relacionadas con las Autoridades y el famoso Estado de Derecho que tanto se pregona: ¿Donde están quedando los "cuadros" de egresados de Academias e Institutos de Policia? ¿Donde la profesionalización de la carrera? ¿Donde pues el personal capacitado para ocupar estos cargos? Se evidencia una vez mas la falta de planeacion y estrategia conjunta de la federación-estados-municipios en este rubro tan lastimado como es la seguridad pública.
Tengo muchas dudas de que ese cargo sea donde deba estar Marisol. No sé hasta qué grado haya sido un acto de irresponsabilidad del Presidente Municipal y del Ayuntamiento. Desconozco hasta que punto esté ella consciente del peligro que implica y ni pensar quiero en lo que sus padres –sobre todo su mamá- estarán pasando.
Lo cierto es que este ejemplo ha sido una buena sacudida a la conciencia colectiva, la que a veces pareciera que duerme o que dormita con los discursos llenos de retórica de los políticos y/o gobernantes, en tanto la delincuencia sigue abriéndose paso.