Cosas de Reyna

Destino: Domingo 7 de Junio de 2015.


El camino para el día de las elecciones en Sonora.
Primera parte
A propósito de los tiempos electorales y con el afán de contribuir a la cultura ciudadana y participación activa en este trascendental proceso, se presentan una serie de datos  de la Ley número 177 de Instituciones y Procedimientos  Electorales para el Estado de Sonora (IEE).
Dada la amplitud de la indicada norma, habremos de abordar este tema en varias columnas, y, de ser necesario, formularemos aclaraciones y/o precisiones que el lector estime convenientes.   Recordemos que esta ley es la que regirá el proceso electoral que se avecina.  Ningún  candidato/a por excelente que sea e independientemente de los colores que enarbole puede eximirse del cumplimiento de la norma jurídica que nos ocupa; nosotros como ciudadanos estamos también obligados a conocerla.  No se vale –en estos tiempos- sólo acudir a emitir el voto.  Vayamos por el conocimiento y la educación cívica que con mucho, es el primer paso para tener gobernantes a la altura de lo que verdaderamente merecemos  como Sociedad.
En esta primera parte abordaremos la estructura principal del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana así como el calendario del proceso electoral en Sonora para elecciones 2015 que sustituye al Código Electoral que aplicaba a nuestro Estado.   Se agrega al final algunos conceptos básicos del vocabulario que aplica en  esta materia.
Estructura
1.        Cambia la estructura del organismo para crear el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, organismo público, autónomo, independiente, dotado de personalidad jurídica y patrimonios propios integrados por ciudadanos y partidos políticos.
2.       El Consejo General es el máximo órgano de dirección y se integra por un presidente y seis consejeros electorales electos por el Consejo General del Instituto Nacional Electoral. Duran en su encargo 7 años sin posibilidad de reelección.
3.       Son nombrados por el Instituto Nacional Electoral. (INE).
Calendario para proceso electoral 2015 en Sonora    
El proceso electoral comprende tres etapas[1]:
Etapa
Período
Preparación de la elección
Del 1 de octubre de 2014 al 6 de junio de 2015
Día de la jornada electoral
7 de junio de 2015
Resultados y Declaraciones de validez en las elecciones
Del 7 de junio  al 16 de Septiembre de 2015.

 

Distribución de tiempos
Candidatura
Pre-campaña
Registro de candidato
Campaña
Gobernador
Del 7 de enero al 15 de febrero. 40 días
Del 16 de febrero al 2 de marzo
Del 6 de marzo al 3 de junio. 90 días.
Diputados por mayoría relativa y representación proporcional y de Ayuntamientos mayores a 100 mil habitantes
Del 16 de Febrero al 17 de Marzo. 30 días.
Del 18 de marzo al 01 de abril.
Del 5 de abril al 3 de junio. 60 días.
 
Ayuntamientos menores de 100 mil habitantes.
Del 18 de marzo al 6 de Abril.
Del 7 al 21 de Abril
Del 25 de Abril al 3 de Junio. 40 días.

Toma de protesta año 2015:
Gobernador:  13 de Septiembre.
Diputados electos y designados: 16 de Septiembre.
Ayuntamientos (72):  16 de Septiembre

Vocabulario básico electoral
Actos anticipados de precampaña:   Son cualquier expresión que se realice en cualquier momento y de la forma que sea durante el lapso que va desde el inicio del proceso electoral hasta antes del plazo legal para el inicio de las precampañas que contengan llamados expresos al voto en contra o a favor de una precandidatura.
Actos anticipados de campaña: Son los actos de expresión de cualquier índole que se realicen fuera de las etapas de campaña, que contengan llamados expresos al voto en contra o a favor de candidatos o un partido político o coalición o expresiones solicitando cualquier tipo de apoyo para contender en el proceso electoral para candidatos o para un partido político o coalición.
Actos de campaña electoral: Reuniones públicas, asambleas, marchas y en general aquellos en que los candidatos, los dirigentes y militantes de los partidos políticos o coaliciones se dirigen a los electores para promover sus candidaturas para obtener el voto ciudadano.
Campaña electoral.  Conjunto de actividades llevadas a cabo por los partidos políticos, las coaliciones y candidatos registrados para la obtención del voto. 
Propaganda electoral.  Son los escritos, publicaciones, imágenes, grabaciones, proyecciones y expresiones que durante la campaña electoral producen y difunden los partidos políticos, las coaliciones, los candidatos registrados y sus militantes y simpatizantes con el objeto de manifestar y promover el apoyo o rechazo de alguna candidatura, partidos políticos o coaliciones.


[1] http://www.ieesonora.org.mx/estadistica/2015/informacion/calendario_electoral_2014_2015.pdf

Con el "favor" de los gobernantes.


Los mexicanos hemos estado viviendo particularmente este año una serie de sucesos que nos lastiman como ciudadanos y que como Sociedad nos indignan hasta el infinito.
Mesas de café, discusiones, análisis y comentarios en torno a Ayotzinapa, Tlatlaya, La Tuta,  la Casa Blanca, Chespirito y el Teletón son algunos de los muchos temas que siguen y siguen cosiéndose y descosiendo en radio, televisión y demás redes sociales mientras -por otro lado-una gran cantidad de personas van quedando sin empleo o lo más grave, sin encontrar alguno.  Miles de compatriotas siguen abandonando el país en busca de mejores oportunidades y se lanzan a los Estados Unidos.  Otros tantos miles de egresados de universidades continúan afanosamente incorporarse al mercado laboral, por ejemplo.   Es el México de mil colores.
Hace apenas unos días el presidente de Uruguay José Mujica pidió a los jóvenes y al pueblo de México “no bajar los brazos” en referencia a la situación actual de violencia que vive el país.  Afirmó que los únicos derrotados son los que bajan los brazos. Tiene razón, solo que tenemos un grave problema que nos arropa a todos como cobija que apesta: La partidocracia Mexicana.
En efecto, uno no encuentra explicación para resultados electorales que se transforman en pésimos gobiernos que llevan a municipios y entidades a la debacle financiera, social y política.  Aquí sucede todo y nada se castiga:  Esperanzados contendientes a ocupar cargos públicos que sin el más mínimo rubor ni decoro hacen campañas políticas fuera de tiempo a las que les da por denominar  informes utilizando desde luego presupuesto público.   Ayuntamientos que en la más absoluta impunidad desvían recursos y los utilizan para favorecer a unos cuantos o en ciertas épocas.  Autoridades que en la más absoluta desfachatez castigan al ciudadano pero por otro lado favorecen con puestos y/o contratos  millonarios a sus allegados.  Municipios fantasmales que parecieran sacados de una película de horror con sus calles bachentas,  polvosas, llenas de mugre acumulada, con servicios públicos lastimosos y degradantes de una Sociedad ansiosa de cambio y que empieza a manifestarse a través de diversos actos y agrupaciones.     
El poder ejercido desde la partidocracia  es un binomio nefasto y vil:   gobierno-partido político.  La partidocracia campea de manera aberrante y sin medida. Como una enfermedad crónica de la democracia como figura de antaño. 
Alexis de Tocqueville abordó este fenómeno en el siglo XIX en su obra La Democracia en América, donde refirió que dentro de un sistema político aristocrático, los gobernantes se ocupan más de ellos mismos y de sus partidos que de sus electores.[1]   
En México existe un sistema jurídico electoral de doble moral: El que formalmente establece sanciones para conductas omisivas y el que materialmente  permite acciones  a tiempo y destiempo sin castigo alguno.   De ahí que las cuestiones electorales son dudosas.  Un gobierno legítimo, creíble, que inspire confianza y se respete, inicia desde el proceso electoral mismo e incluso en las épocas de “pre campaña”.   Otra razón más para que los mexicanos estemos cansados de lo mismo.
La democracia salió de paseo y quedó en su lugar la partidocracia donde lo que impera es obtener a cualquier costo el poder. Donde los espacios de participación ciudadana son base cero en tanto que las discusiones y toma de decisiones se genera a través de los partidos políticos.  Un claro ejemplo lo es la existencia de las denominadas bancadas legislativas o más pomposamente grupos parlamentarios, figuras que aparecen tanto en los congresos locales como federales, que se integran por miembros de un mismo partido político o afines y que dicho sea de paso, cuentan con subvenciones, es decir, presupuesto,  con alto nivel de opacidad y falta de transparencia.
Partidos políticos y sus caballos de batalla (candidatos)  buscan arrebatar al contrario los cargos de elección popular porque perder un trienio o sexenio es estar fuera del presupuesto y de las mieles del poder, donde se ubica al partido por encima del mecanismo de representación política auténtica. 
En la partidocracia el ciudadano no cuenta, pasa a segundo plano.  Al plano de lo estrictamente necesario como es el ser parte del escenario de informes de gobierno, eventos públicos  de candidato y el necesarísimo voto, molestia principal de quien aspira a ocupar un cargo público pero que sabe que no puede eliminar con ninguna ley. 
Por eso vemos cada día como los legisladores se fijan altas remuneraciones o “dietas”,  reciben ofensivos aguinaldos, prestaciones y se conceden privilegios presupuestales a los que pomposamente llaman “gestión legislativa” o cualquier otro nombre que al parecer de ellos le imprima respeto (¿?).  Viven un mundo aparte, un México distinto que se corrobora en el discurso:  Un discurso para el pueblo.  Otro para ellos.

Para todo hay un límite. Y los límites se están rebasando peligrosamente para los partidos políticos crecidos en sí mismos:   Una consecuencia visible de ese mundo cerrado es la proliferación de organizaciones civiles, organizaciones no gubernamentales y las que día a día se suman en redes sociales.  Esto nos alienta como Sociedad pensante y actuante y nos define como mexicanos comprometidos.
Participar activamente hará la diferencia.   De verdad.


[1] https://archivosociologico.files.wordpress.com/2009/08/tocqueville-alexis-de-la-democracia-en-america.pdf

Pita Amor 2014


(Para leer  un día nublado y lluvioso)
Hace unos días, en amena charla con un apreciado amigo, conversábamos sobre Pita Amor de quien no conocía él su obra.  ¿Quién es esa Pita Amor? –Me preguntó-.  De inmediato procedí a mencionar el trabajo que esta poetisa mexicana realizó en vida.  Le conté sobre su personalidad y carácter.  Amistad  de Maria Félix y Frida Kahlo. De Picasso, Rulfo, Gabriela Mistral y una larga lista de personajes de la época de los cincuenta. Amiga del alma de Salvador Dalí lo cual no era ni sencillo ni común. Eran dos locuras en una que estallaban en mil haceres y deshaceres.
-En alguna ocasión escribí sobre ella- Le dije.     -Tampoco  leí eso- Me contestó.   
Pensé en mi Pita Amor y lo olvidada que está. Pensé en la Pita polémica, en la Pita graciosa, irreverente, culta, atrevida.  A ella, con los honores máximos a esta musa y poetisa mexicana y para mi amigo que ahora sí está completo –le dije en tono de broma-culturalmente hablando, dedico esta columna publicada hace algunos años en este mismo blog:
El recuerdo es difuso.  No ubico con exactitud  en el tiempo cuando fue que me topé con ella y su obra.  En algún momento de los tantos en que no hacía más que leer y leer. Porque en algún momento de mi vida solo hacia eso. No como ahora, por desgracia.  Sí en cambio, tengo ubicada la estación del año en que fue: invierno.  Esto me sucede con frecuencia: Ubico ciertos sucesos  por estaciones y no por fechas. Quien sabe porqué.  También sé que fue en Cananea. 
Una de esas noches largas en que la nieve nos impedía salir a cualquier lugar, tomé un libro de los estantes en la casa de la hermana de mi madre, donde yo vivía. Adoraba el aroma a libros viejos.  Todavía.  Me gusta ese olor tan peculiar que tienen. No sabría explicarlo.  Es una combinación de olores y sensaciones. Esa vez, por enfado y tratando de hacer algo distinto, decidí que fuera mi olfato el que me ayudara a escoger  un libro: Claro, fue  el de Pita Amor. Así fue mi encuentro con ella.
La conocí a través de su poesía; la admiré por su vida y me subyugó por su esencia. Así de simple.
Pita Amor es conocida como la Onceava Musa. Fue también modelo de Diego Rivera y Soriano que fueron dos de los pintores más destacados de la época.  En mi opinión, vivió una época que para su espíritu era atrasado. ¡Provocaba cada escándalo!  Se acostumbró a ser el centro de atención desde pequeña. Se llamaba a sí misma “Reina de la Noche” porque tenía por costumbre recorrer el Paseo de la Reforma de la Cd. De México. La leyenda urbana dice que las prostitutas y gays de la Zona Rosa le otorgaron el título de La Abuelita de Batman: Se vestía con capas y mantas.  Nada de ropa interior. Bueno, esto fue casi al final de su vida.  Me refiero a lo del título, no a lo de la ropa interior, que eso fue cuando joven.
Su vida fue intensa, llena de placeres, de amores y de amarguras.  Leer su poesía es conocerla. O pensar que se le conoce. Sus temas eran sobre el miedo, la soledad y la angustia. Desde la noche que la encontré, la he leído muchas veces misma cantidad que he disfrutado sus lecturas. Pero conocerla fue distinto.  La vi por televisión en alguna entrevista.   Ya muy mayor, se maquillaba con singular acento: boca roja o rosa encendido.  Con algún exagerado adorno  en su cabello. Con una lucidez increíble y personalidad avasalladora.  Se dice que quien la conocía jamás podía ya olvidarla.  ¡Ay Pita! Nos hubieras dejado de perdida tus secretillos a manera de consejas. Mira que ahora solo nos atiborran con supuestos best seller donde nos recetan una serie de máximas sobre como seducir, tratar, tolerar, comprender, convivir, soportar, entender, comunicar, compartir, cautivar, atraer y encantar a los hombres. Francamente pura literatura barata que si trata uno de llevar a la práctica, los resultados pueden ser desastrosos.  Lo más cercano a la realidad que hasta ahora he leído es  Los hombres son de Marte y las Mujeres son de Venus.  Y aún le tengo ciertas reservas.
En fin.  Pita Amor no se dejaba dominar por nadie. Jamás pasó inadvertida.  Bella, inteligente, libre. Única e irrepetible. Muchos escándalos rodean su vida.  Otros dicen que su historia se construye a partir  de escándalos. Yo prefiero pensar que su vida se formó de eventos que la ayudaron a construir –a veces con sangre- su  obra literaria.  Tuvo aventuras, romances, relaciones trágicas; perdió  un hijo al cual había dado a su hermana para que lo criara.  Tal vez su mayor tragedia es que se quería a ella misma más que a nada en la vida.   Tanto que no pudo hallar el amor fuera de ella misma.
En alguna ocasión declaró: “He sido joven, soy joven porque tengo la edad que quiero tener; soy bonita cuando quiero y fea cuando debo”
“La angustia hace mucho que la abolí. La abolí por haberla consumido”.
Bella, subyugante, eterna Pita Amor.

 

 

 

El Siervo de la Nación y el Grito de Dolores.


José María Teclo Morelos Pérez y Pavón, a quien conocemos como Morelos, discípulo de Miguel Hidalgo, fue sacerdote, militar insurgente y patriota mexicano que planeó, organizó y ejecutó la segunda etapa de la guerra de independencia de México.  Fue arriero y vaquero.  Agricultor y ganadero.  Estudió gramática y gustaba de fiestas, las que eran aprovechadas por los conspiradores -del movimiento de independencia- con el pretexto de celebrar tertulias literarias.  La vida de Morelos fue intensa, tanto como lo fue este hombre atractivo y enigmático.  El mes de septiembre es justificación suficiente para abordar la independencia de México y con ello a los grandes hombres que protagonizaron esta etapa.   Tema tan lejano en la historia como cercano en los hechos.  Tal vez porque independientes no somos en la vida real o no al menos como lo concibió este prócer.
Morelos poseía una personalidad única.    El Congreso de Anáhuac (1813), primer Congreso independiente legislativo  convocado por Morelos,  decidió nombrarlo con el cargo de Generalísimo y acordó tratarlo como Alteza Serenísima.  El caudillo, al ser notificado de ello, guardó silencio para después, con voz serena y firme optó por declinar aceptar tal acuerdo.  Pidió ser llamado simplemente Siervo de la Nación.
Doscientos un años han transcurrido desde que José María Morelos  pronunció su ya legendario discurso Sentimientos de la Nación ante el congreso de referencia.   Un documento de valor histórico y político inigualable donde se destaca la importancia de los Derechos Humanos y de la Libertad.   De lectura obligada para los abogados.   Entre otras cuestiones relevantes para el momento aquel, se declara la independencia de América de España,  se cambia la forma de gobierno de monarquía a liberal,  se proscribe la esclavitud,  se afirma  que la soberanía dimana del pueblo, se establece que el gobierno se dividiría en tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial.  Nuevos vientos envolvían a la nación.  Con un mucho de esperanza y con un mucho de liderazgos portadores de valores y lealtades.
La visión de Morelos por tener una patria justa e igualitaria  se hace presente con mayor énfasis al declarar que se deben dictar leyes para moderar la opulencia y la pobreza.
Moderar la opulencia y la pobreza, como consecuencias fatídicas del mal gobierno donde pocos se enriquecían mucho y los muchos carecían cada vez más hasta de lo mínimo indispensable.  A  más de dos siglos de distancia ambos conceptos siguen vigentes desafortunadamente.
 La  guerra de independencia tuvo su antecedente en la invasión de Francia a España (1808) y se extendió desde el 16 de septiembre hasta su consumación el 27 de septiembre de 1821 con la entrada del Ejercito Trigarante a la Ciudad de México.   Trece años de lucha como consecuencia de un proceso político y social resuelto por la vía de las armas que puso fin al dominio español en la Nueva España.  Como quien dice dos sexenios.
No es desde luego el caso afirmar o pretender siquiera establecer una postura bélica para que el mal gobierno deje de serlo y que la pobreza desaparezca –o  al menos que disminuya-.   Pero sí posicionar nuestro particular criterio  en que las mejores armas que tenemos hoy en día son  las redes sociales como medio para revolucionar pensamientos, opiniones, conocimiento ciudadano y en suma, utilizar esta herramienta como el arma  más poderosa que jamás ninguna persona tuvo, sin soslayar que la pobreza es el principal elemento de privación de este avance tecnológico para muchos.  Las necesidades sociales no tienen fronteras pero tampoco lo tiene el conocimiento. Y a esto hay que apostarle.
Abolir el dominio perverso, maquiavélico, tendencioso, voraz e insaciable de los gobernantes es tarea de todos, de  personas  que se expresan, opinan y exigen resultados.   
No permitamos que  el Grito de Dolores que las autoridades realizan cada año, sea un acto meramente protocolario o  lleno de colorido como  diversión de una noche.  Tampoco  es la fecha del puente.   Es y debe ser motivo de análisis y reflexión en torno a lo que hoy concebimos en su más amplio concepto como independencia;  reconociendo sí, la valía y patriotismo de los héroes que nos dieron patria y a su vez, calificando a  los líderes de hoy en día –si los hay-  si acaso  reproducen como gobernantes los altos valores de aquellos grandes hombres.  La calificación popular es sabia: La rechifla para el reprobado o el aplauso que reconoce el desempeño.
Dar el Grito de Dolores es un serio compromiso con la historia y con el presente: debe ser sinónimo de orgullo por el desempeño y trabajo de gobierno del que lo  da.  Es un grito cuya génesis se encuentra en la satisfacción del deber cumplido, sea Presidente de la República, Gobernador o Presidente Municipal.  Debe ser la voz alzada de quien está cumpliendo, del que está haciendo su trabajo como debe hacerlo, como le es exigido.  De otra manera, solo es un triste retumbo como eco perdido en un callejón obscuro de barrio maloliente y  desconocido.

 

 

 

El camino que lleva de una coalición electoral a una coalición de gobierno. A propósito de la reforma electoral y política.



Conviene revisar tanto la nueva Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIP) como la también nueva  Ley General de Partidos Políticos (LGPP)[1], ambas del 23 de mayo de 2014.   Seguramente nos encontraremos con algunas cuestiones que sin ser novedades, sí resultan ser de nuestro ser de interés.

Los dos documentos abordan el tema de la coalición como derecho de los partidos políticos dentro de los procesos electorales. Coalición entendida como una forma de participación electoral  de dos o más partidos políticos que se unen previo convenido debidamente registrado ante el Instituto Nacional Electoral.   

Es posible una coalición total donde los partidos políticos coaligados postulan en un mismo proceso federal o local a la totalidad de sus candidatos bajo una plataforma electoral.  Pero, si se coaligan para las elecciones de senadores o diputados, entonces tienen que hacerlo para la elección de Presidente.  Si se coaligan para elección de diputados locales, entonces deberán hacerlo para la elección de Gobernador.
La coalición parcial es –en cambio-  cuando en un mismo proceso federal (al menos el 50%) los candidatos a cargos de elección popular lo sean bajo una misma plataforma electoral. La coalición flexible  es cuando se postula al menos a un 25% de los candidatos.
Tanto la LGIPE como la LGPP establecen en su articulado una serie de requisitos, obligaciones, tiempos, formas y procedimientos para los partidos políticos que pretendan coaligarse.  Se señalan topes de gasto de campaña, acceso a radio y televisión, propaganda electoral, entre otros.
Pero veamos la coalición de gobierno, que de suyo es aún más interesante.
A raíz de las últimas elecciones federales donde el margen de  resultados ha sido muy cerrado y considerando que la representación legislativa es también muy similar entre los partidos políticos, se ha provocado que la polarización política sea materialmente la que gobierne.  Las fragmentaciones partidistas y partidarias han provocado –con mucho- inestabilidad social y precario rendimiento en cuestiones gubernamentales. El caso es que hasta ahora las coaliciones electorales solo han servido para garantizar un mínimo para continuar siendo partido y acaso para colocar a uno u otro funcionario nunca en puestos de primer nivel.
Uno de los aspectos relevantes de la reforma política, es transitar de una coalición electoral a una coalición de gobierno: coalición para gobernar con el objetivo –se dice- de llegar a acuerdos político-gubernamentales de relevancia con los diversos partidos políticos.  Veamos:
El artículo 89 de la Constitución Política Mexicana en su nueva fracción XVII establece que el Presidente de la República tiene facultades para:
En cualquier momento, optar por un gobierno de coalición con uno o varios de los partidos políticos representados en el Congreso de la Unión.
El gobierno de coalición se regulará por el convenio y el programa respectivos, los cuales deberán ser aprobados por mayoría de los miembros presentes de la Cámara de Senadores. El convenio establecerá las causas de la disolución del gobierno de coalición.  
 
Así, la reforma política presenta alcances insospechados.  Se argumenta que la reforma antes dicha es con el fin de fortalecer al Estado Mexicano.  La pluralidad de partidos políticos y el acceso a cargos de elección popular –por diversas vías-  han disminuido notablemente la capacidad para obtener mayoría en las cámaras de senadores y diputados.   Lo anterior derivó  en una  parálisis legislativa que con mucho, impidió avanzar en la construcción de una plataforma jurídica que diera sustento a los grandes cambios que requiere la Nación. 
Con esta reforma, a la coalición electoral se le suma la coalición de gobierno donde el Ejecutivo, si así lo considera y previo  convenio  entre uno o más partidos políticos –adicionales a aquel que está en el poder-  puede, con aprobación del Senado, optar por un gobierno de coalición.  Finalmente la coalición electoral era un tema que se diluía con el proceso mismo.
El Presidente tiene con esta reforma la posibilidad de integrar en su gabinete personas cuyo origen partidista no sea necesariamente el suyo  y cuyos cargos deberán ser aprobados por el Senado suponiendo que el Ejecutivo opte en cualquier momento por un gobierno de coalición.  Actualmente todos los Secretarios de Estado son nombrados y/o removidos libremente por el Ejecutivo.
El espíritu de la coalición en términos del artículo 89 fracción XVII de la Carta Magna, es que el Ejecutivo tome acuerdos centrales de administración pública  con otro u otros partidos políticos que convengan en la coalición  y con ello, se dará en los hechos un co-gobierno  entre  ambos órganos –Ejecutivo y Legislativo- dado que tendrán los coaligados partidos políticos injerencia (a virtud de la citada coalición) en la toma de decisiones tanto en uno como en otro de los poderes del Estado.   Quienes impulsaron esta reforma afirman que no atenta a la División de Poderes y en efecto, formalmente es así.  En los hechos es donde persiste la duda.
Esperamos que esta reforma sea al menos  un avance  para transparentar la actividad que típicamente conocemos como  acuerdos en lo oscurito y  pactos tras bambalinas. 
Lo cierto es que será hasta que suceda en la realidad un gobierno de coalición, estaremos en condiciones de juzgar si es o no esta medida suficiente para evitar el colapso gubernamental derivado de la parálisis legislativa donde la mayoría simplemente se pierde por la fragmentación de representaciones políticas.
Confieso que no estoy muy segura de querer vivir como ciudadana un gobierno de coalición, tras tantos años que tenemos como mexicanos siendo conejillos de indias de gobiernos de todo tipo.
Habrá que ver.






[1] Consultar: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/index.htm

Lo que viene…



La nueva Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales para Sonora, establece que será en enero cuando se deberán presentar registros para candidatos  a gobernador y en febrero para diputados y ayuntamientos.   Pero es evidente que en los hechos las campañas ya arrancaron.  Aunque los títulos a eventos/reuniones políticas vayan disfrazados.
Redes sociales que se van saturando al compás de los likes  y los shares. Dicho sea de paso, sabemos de algunas autoridades estatales y municipales que exigen a sus empleados participar en estas redes a favor siempre –of course- de ellos mismos.  ¿Alguien recuerda aquel clásico cuento de “El nuevo traje del emperador” de Hans Christian Andersen? Como moraleja para estos seres públicos, está fenomenal y bastamente ilustrativo de lo que en carne propia pueden vivir.
Poco  a poco se nos va re direccionando  a las campañas políticas. Poco a poco nos vamos y  nos están cambiando la atención que debemos prestar al ejercicio  -funciones y competencia- de quienes ocupan actualmente cargos públicos de elección popular como presidentes municipales, diputados, senadores, gobernadores, etcétera.  Algo hay en esto que debemos analizar.
Habríamos de detener el paso que nos están marcando para ser nosotros -los ciudadanos votantes-  quienes  de entrada, establezcamos algunas cuestiones antes de que la vorágine política nos arrase y nos aturda.  En ese sentido van las siguientes reflexiones:

1.      Todo Ayuntamiento está obligado a presentar su Plan de Desarrollo Municipal (PDM) al inicio de su ejercicio.  Si bien cada año se rinden informes por conducto del Presidente, muy conveniente sería que la ciudadanía pudiéramos  saber a ciencia cierta los avances reales  en seguridad pública, servicios públicos, educación, cultura, deportes, salud, crecimiento del fundo legal y un largo etcétera que rodea  la actividad municipal.   Muchos tenemos especial interés en los indicadores porque dan cuenta numérica.  Por otra parte como ciudadanos preferimos constatar en los hechos las actividades de gobierno. Ambos deben encontrar respuesta en el informe de gobierno:  ¿Hasta qué punto ha habido avances consistentes? ¿Que tan congruente es el discurso oficial con  la realidad?  

Lo que sucede en épocas políticas:   Nadie o pocos recuerdan que el PDM es un instrumento básico para –sobre  bases-  señalar si el gobierno local cumplió o no lo prometido,  que dicho sea de paso, el Ayuntamiento aprobó como documento principal para sus labores.  Es pues –o debería ser-  casi la biblia de una administración municipal.  El discurso de campaña se basa -con mucho- en  señalamientos hostiles, el que denosta, el que provoca. El que ya cansa y no convence.  Donde no existen argumentos, existe pobremente el grito. 

2.     Cada ciertas fechas emergen pre candidatos.  A veces nacidos de la nada, otros fabricados en columnas periodísticas, o en la mesa del café o en la reunión de amigos o en las mentes de algunos con hambre de poder y sed de presupuesto.  Y este es un punto que no deja de asombrarnos cada tres o seis años.

Lo que sucede en épocas políticas:   Surgen como de fábrica,  eruditos  y próceres sociales. Difícilmente se puede engañar a la ciudadanía sobre este fenómeno.  El pecado está en que en ocasiones el votante ofrece y/o compromete su voto  a unos y otros.  Una mal entendida cortesía política donde vemos a contrincantes de partido sea interno o externo  tomarse la placa fotográfica con la  misma gente, las mismas casas, las mismas reuniones en fechas distintas.  El escenario es igual. Solo cambia el pretenso al cargo de elección popular... El asunto es que cada uno de los contendientes es un convencido de que es a él a quien apoyan!   Algo hay de perversidad en este círculo.

3.     Existe una mediana tranquilidad partidista al inicio de los períodos constitucionales.  Tanto al interior de los partidos como al exterior.  Se entiende: Hay un acomodo en el aparato gubernamental (tradúzcase como nuevos puestos, nuevos funcionarios, nuevas estructuras administrativas). 

Lo que sucede en épocas políticas: Quienes suspiran por un cargo público de elección popular empiezan a señalar con índice de fuego errores, omisiones y faltas de las administraciones gubernamentales anteriores.  Claro, curiosamente sucede si el anterior fue de extracción partidista contraria.   Se dicen y ostentan como dueños de la verdad absoluta, como quien trae bajo su brazo el expediente con soluciones a granel.  Como expertos pues en todos los temas. Eruditos pues.  Volvemos entonces a mencionar lo que anotamos al inicio y agregamos: Si un plan de desarrollo municipal es pobre en contenidos, raquítico en la fijación de metas y objetivos, ralo en alcances sociales, pues no esperemos mucho de esa administración.

¿Y el municipio donde queda bajo estos escenarios?

Esperando como siempre.
Esperando un cambio que no alcanza a llegar.  Esperando una administración pública con funcionarios hacedores de buenas prácticas gubernamentales, donde prevalezca el quehacer municipal eficiente y eficaz.
 
Esperando que exista una planeación no de tres años, sino de vente o treinta años que alcance a todos en su desarrollo social y comunitario.
 
Esperando que no aumente la nómina de empleados que cada gestión gubernamental  va acumulando del anterior.  Serán los ¨compromisos” adquiridos o lo que sea.  El caso es que cada día es más y más pesado ($) este aparato burocrático.

Estas son las realidades que tenemos y que vivimos. 

Busquemos el cambio tan anhelado, tan deseado, tan soñado: Seamos una fuerza votante que piensa, que actúa y que razona. 

Hagamos pensamiento y hagamos cambio.  En suma, opinemos.  Exijamos como ciudadanos responsables para merecer como Sociedad lo que todavía se tiene pendiente.
 

A propósito de los informes de los Ayuntamientos:

Analicemos con detenimiento las actividades realizadas en el municipio  no bajo la luz del esplendor que brinda la parafernalia del día aquel en se presenta, sino bajo la mirada conocedora de la realidad y lo que el Plan de Desarrollo Municipal definió para el trienio.  Analicemos, evaluemos y opinemos.

 

 

 

                                                                       

 

Nueva ley educativa o el fraude académico que se resiste a morir.


El pasado 18 de agosto regresaron a las aulas 26 millones de estudiantes de nivel básico de escuelas públicas y privadas en el país.
Pero el regreso es hoy distinto a otros años. Con la pasada reforma educativa, este ciclo escolar es el primero que inicia bajo mejores leyes y por ende, en otras condiciones.  Los estudiantes habrán de recibir nuevos libros así como materiales educativos –se entiende- muchos mejores, sin que hasta la fecha esté definido el nuevo modelo educativo ya que como afirmó el Secretario de Educación Pública el pasado 15 de agosto, Emilio Chuayffet, aquel aún se está preparando[1], aunque  queda claro que el rumbo indiscutible es la calidad de la enseñanza en mejores espacios educativos y de frente a nuevos rumbos en el mundo de la tecnología.
La reforma educativa tiene dos ejes principales: Uno, el establecer las bases para la creación de un Servicio Profesional Docente que en suma significa que los profesores se sometan a evaluación dado que dentro de la  Reforma Educativa se le considera la figura más relevante del proceso educativo  y dos, modernizar al Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE) para convertirlo en un órgano autónomo.
El espíritu de la Reforma Educativa es la calidad del proceso educativo. Más allá del discurso, significa que cada profesor sea en sí mismo un elemento con alta valoración integral en todas sus capacidades, en su desempeño, en el trato con sus estudiantes, con los padres de familia, con sus iguales y con su entorno.  No es en realidad tarea fácil.   
Reflexionemos a partir de nuestro entorno: ¿Cuantos profesores simulan impartir clase día con día?  ¿Cuántos de ellos carecen de los más mínimos elementos para pararse frente a grupo?  ¿Cuántos realmente acuden a las aulas? Por desgracia, la respuesta a las anteriores cuestiones es de suyo lamentable y se vive con ello –o sobrevive- día a día.  Profesores con facha de fin de semana, profesores con ortografía homicida, con un vocabulario más que limitado, lamentable;  escribiendo todo con “k”, portándose como estudiantes rebeldes –pero de los años setenta- al fin que el asunto es evitar la productividad académica,  profesores que asignan tareas al grupo con tal de no atenderlo durante el día. Profesores que “imparten” su clase a punta de palabras obscenas, con críticas a sus iguales como si con ello se asumiera una mejor posición. Profesores del tanto por ciento, de pesos y centavos. 
Podríamos seguir con una larga lista de preguntas pero no es el caso.  El punto central es que la evaluación de la calidad de la enseñanza es y debe consolidarse como elemento sine qua non para ostentar el cargo de profesor/profesora.  Queda claro además, que los padres de familia dentro de la Reforma Educativa jugarán un papel más importante pues de muchas maneras son parte de esa comunidad escolar. 
Entonces la Reforma Educativa nos alcanza a todos.  No es una reforma cuya vida se desarrolle solo en el aula y se extinga ahí mismo. Todos los sectores y niveles educativos habrán de realizar lo propio para mejorar significativamente la educación en México que durante mucho tiempo ha estado en manos de cualquiera menos de la docencia genuina, la que afortunadamente profesan tantos académicos a quienes se debe que hasta ahora la debacle educativa haya tenido colchones de esperanza.
Ninguna reforma educativa tendrá verdadera vigencia material si antes cada uno de los estudiantes sea por sí mismos o por conducto de sus padres  -en el caso de la educación básica- exijan con verdadero énfasis que cada profesor o profesora que  acuda al aula posea efectivamente conocimientos de calidad y méritos académicos  para compartir y no que se presente  con la fatídica frase   “aquí vamos a aprender juntos” como algunos fraudulentos profesores tienen el descaro de afirmar.




[1] http://www.comunicacion.sep.gob.mx


 

¿Porqué pierde el PRI?


¿Por qué pierde el PRI?
Algunas reflexiones
Nunca como ahora el panorama político nacional se había visto tan confuso y plagado de  apariencias.  Lo que es,  no es y lo que se dice se desdice en otro discurso o en los hechos.  Los mismos partidos políticos no dan señales de gobernar bien hacia el interior de cada uno. Así, tenemos diputados federales y senadores que  realizan sus funciones como tales a veces en calidad de bultos levantando la mano para votar, otros con su corazón  puesto en alguna otra candidatura o bien que aparecen en pantalla con sendas sonrisas llenas de … nada.  Es risible y hasta penoso  que ya tomaron como moda el “pronunciarse” por las tarifas de energía eléctrica, por los derrames con daño ecológico, por los costos de casetas de peaje, en fin, el chiste al parecer es “pronunciarse”.  Rescatable es que muy pocos, contadísimos,  los que verdaderamente laboran sobre un plan de trabajo definido, consistente y congruente.
Los escándalos están a la orden del día y cuyos brillantes protagonistas son… pues diputados, senadores, dirigentes de partido, etcétera.
Por otro lado y ubicándonos en Sonora y nuestros Municipios, cada presunto pre-pre-candidato presenta sus propias encuestas con números alegres a su favor, of course.  Quienes tienen  miras a una candidatura se han avocado a realizar actos de pre-pre-campaña a través de las ya muy tradicionales formas de pretender ganar las simpatías de los votantes: desayunos, comidas y cenas para unos.  Despensas, láminas de cartón, ropa, zapatos y útiles escolares para los otros.  Empieza a llegar cada vez con mayor frecuencia a los domicilios volantes, volantitos y volantotes  vendiendo la imagen del o la que es mejor candidat@.  Sonrisas abiertas, dientes perfectos, cutis inmaculado, miradas transparentes, cabellos ad hoc.
¿Se puede evitar esta parafernalia? Difícilmente.  Como que ya forma parte de una cultura electoral arraigada –por desgracia- y que es parte de otro tema, por cierto.    Ni la más avanzada legislación en esta materia, habrá de romper –por lo pronto- con estos patrones de conducta de los unos y de los otros.  Del electorado y de los presuntos.
Lo que sí es posible cambiar es el famoso “fuego amigo”.  Sobre todo en el PRI.
En efecto, desde hace algún tiempo estamos padeciendo una sarta de maledicencias que por las redes sociales se dirigen unos a otros.  Señalamientos encarnizados con índice de fuego.  Ataques en lo personal, familiar y profesional.  Todo pre-pre-pre- candidat@ afirma en lo bajito y a voz en cuello que respeta al contrario.  Que habrá de sumarse a lo que el partido decida.  Que son institucionales.  Que son correctos y serios.  Si esto es así,  ¿entonces de donde carambas salen tantas groserías, descalificaciones y vilezas  que solo sirven para destacar la bajeza de quien o quienes atacan?
Por eso pierde el PRI.   No porque carezca de electorado.  No porque la gente no confíe en un partido que tanto ha brindado cuando ha sido gobierno.   No porque el partido gobernante actual sea mejor.  Sobradamente ha demostrado que no tuvo los arrestos para ser buen gobierno.  Pierde  el PRI porque el “fuego amigo” destruye, corrompe, cansa y enfada al electorado.  Pierde porque como sabemos, ninguna guerra es ganada por nadie.
Aún no se aprende la lección.  Otros  partidos políticos ganan porque se unen en épocas electorales a pesar de sus desacuerdos internos y a pesar incluso de sus candidatos.  El PRI permanece unido mientras no haya comicios. Llegada esta época la división prevalece y emergen los famosos “grupos de poder”.  El ser "institucional" solo les alcanza en términos de ser el o la elegida.

Si el PRI en Sonora  quiere ganar en las próximas elecciones, requiere  a la brevedad mayor liderazgo:  un liderazgo ejecutivo, declarativo,  congruente, eficaz y eficiente que permita crear estructuras de confianza y respeto  que permitan una cohesión real y efectiva.
De otra manera, el panorama es francamente desalentador.