Cosas de Reyna

Redes Sociales y el 2011 ... ¿O al revés?



Como hice durante todo el año, este último sábado de diciembre no fue la excepción: Me levanté directo a la cafetera. Esta cafetera antigua, de las de antes, de las de filtro de tela (mis abuelas le decían talega… y yo respetuosa de esa jerga, no hago más que acatar) que dan un sabor distinto al café y que aromatizan los sentidos. La modesta cafetera que adorna mi cocina y que Eli –mi hija- miró con aire de escepticismo cuando finalmente la adquirí. Estoy segura que creyó que era otra de mis excentricidades y que pronto la cambiaría por algún moderno y elegante artefacto. Pero no. La cafetera ahí sigue y cada vez se adueña más de su espacio. Ya no sé que disfruto más: si preparar el café o el ritual de hacerlo.



Como cada vez, sirvo café y me instalo cómodamente con mi laptop a leer prensa. Por alguna razón hoy no leo en la forma que lo hago normalmente. Hoy mi mente divaga como queriendo atrapar la cantidad de sucesos que acompañaron mi vida este año. Es natural y predecible -casi- el que la mayor cantidad de personas entremos en algo así como lo que denomino el síndrome de fin de año.



Reflexionar y tomar café son dos actos en uno solo. Los cafeceros lo sabemos. Regreso y sirvo más. Con ironía pienso que debí haber hecho la cafetera completa. Como quiera –me dije- doce meses no se pueden resumir en dos tazas. Pero dos tazas bien servidas hacen la diferencia.


Estando como estoy en este momento pegada a mi computadora, no puedo dejar de pensar en el enorme impacto que las redes sociales han provocado en todos los sectores. Por ejemplo, Facebook se ha convertido en un espacio donde se tiene la oportunidad de interactuar como tal vez no pueda suceder en la vida real. Cada día se convirtió en toda una experiencia: nuevas amistades, amigos que postean algún mensaje según su situación emocional, familia que estrecha sus contactos. Aprender a conocer y comprender a los que ya se tienen o de plano dar de baja a alguno. Es la libertad de ser y de escoger.



Habrá a quienes parecerá superfluo lo anterior pero no es así.



Espacios se llenan con comentarios de apoyo para quienes pasan algún momento difícil. Aplausos y congratulaciones para los que viven nuevas experiencias o que nos comparten sus triunfos. Fotografías que nunca faltan como muestra de lo bien que estuvo la fiesta, el reencuentro, el evento familiar o lo que sea. Música con dedicatoria o simplemente para hacer saber al mundo el estado de ánimo. Frases dirigidas como dardos mortales a algún anónimo destinatario. Palabras nacidas para pedir perdón o para decir nunca vuelvas. Estados que cambian de fulano de tal tiene una relación con zutana de tal, a otros que simplemente dice soltero. O lo contrario. Eventos que a diario suceden en la vida cotidiana. Como si fuera la pizarra de la vida personal y colectiva.



Arranques de locura manifestados en una frase que luego borramos. Locuras que se desbordan en canciones o en palabras o en silencios.



Pero no todo es auténtico: Candidatos y pre candidatos a cargos de elección popular han estado utilizando las redes sociales para según ellos, penetrar en un potencial y apetitoso mercado. Y no andan errados: Una gran parte del éxito de Barack Obama durante su campaña por la Presidencia fue precisamente su incursión en las redes sociales. La pequeña gran diferencia es que eran los cibernautas quienes deseaban hacer contacto debido a que antes Obama había expuesto de diversas maneras su plan de trabajo, su visión de país anhelado. Es decir, trabajó al lado de cientos de personas que voluntariamente generaban ideas construyendo y siendo parte de un proyecto del cual estaban convencidos. Gente que creyó primero en un proyecto y después se sumó a él. En comunidades como la nuestra y en México en general, los políticos primero quieren adherentes y después, si acaso lo recuerdan, el plan que nunca sabemos cuál es pero que así le llaman.



Que más hacen nuestros políticos en las redes sociales? Postear frases que ni siquiera son de su autoría (lo que nos daría oportunidad de conocer su pensamiento) y etiquetan hasta el infinito fotografías donde demuestran su gran calidad humana de temporal por cierto (electoral). No caigamos en la trampa del pensamiento fácil y ligero. La sociedad requiere verdaderos proyectos de trabajo nacidos en el consenso de las mayorías, de las cuales, las más necesitadas no tienen acceso a internet.



Total que a los pre y candidatos (as) mexicanos actuales, con alguna que otra excepción, pareciera que las redes sociales les representa una gran manta o espectacular alusivo a su imagen. Un no me gusta es borrado de inmediato y un comentario positivo deriva en una larga respuesta cansina del aludido.


Ojalá que revolucionen sus mentes. Que se atrevan a dar el gran paso. Los cibernautas estamos esperando conocer e interactuar –verdaderamente interactuar- con quienes pretenden dirigirnos. Ojalá que se atrevan a ir mas allá de las frasecitas sentimentaloides o las que pretenden hacer ver a una persona light, buena onda y popular. O la que muestra una crítica mordaz sin proponer nada. Ya lo hicieron en 2011 y los aguantamos. Que superen la etapa y que el próximo año sea entonces el de demostrar el contenido de lo que traen, el verdadero sentido de lo que es ser político y no politiquero.

P.D. Con el corazón: ¡Gracias Facebook!

3 comentarios:

  1. Reyna que este 2012 este pleno de realizaciones,
    exitos ,felicidad , logros ,que contines como hasta ahora elevandote ,retandote ,lograndolo.
    y que a nostros tu belleza nos siga cautivando
    un abrazo

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  2. Estimado Doctor Reyes: Muchas gracias por sus comentarios los cuales son de enorme valor para su servidora,sobre todo viniendo de una persona que tanto estimo como Usted. Muchos éxitos en 2012!!

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  3. Dices las cosas como son y como desearías que fueran. Como aquel nuestro paisano que no lo invoco con ningún fin pretencioso ni nada, pero igual vemos un México, un Sonora y un Caborca que requiere de gente con proyecto para que las cosas puedan cambiar. Tu sabes que hemos coincidido la mayoría de las veces y por eso también te envío un sincero saludo de año nuevo esperando que algún día encuentres esa satisfacción que aún no llega en el quehacer político.

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