Cosas de Reyna

FarmVille: El método para gobernar.

¿Me regalas una gallina? Así me preguntó mi sobrino Rafael, una noche por el chat de facebook. Quedé con la mente en blanco por segundos. Inmediatamente después entendí. Se trataba de FarmVille. Sí, esta aplicación que tiene a tantas personas, chicos y grandes, sumidos en una competencia contra sí mismos. El éxito es tener la mejor granja, el mejor nivel.

Entre los adictos se pasan tips: es preferible empezar sembrando fresas porque crecen en cuatro horas y obtienes 35 monedas cuando las vendes. Los árboles y animales no son tan recomendables porque no rinden tanto beneficio. Si lo que se desea es maximizarlos, plantar tomates es el camino.

Se escoge a los vecinos con solo enviar una invitación y que acepte, claro. Implica aplicar ahi las reglas de cortesía que a la postre te rendirán beneficios. Hay que conservar a los vecinos con regalos, fertilizaciones, en fin, con atenciones diversas.

Este juego virtual posee más de 74 millones de usuarios. 30 millones de ellos acceden diariamente a FarmVille para cuidar sus granjas virtuales y como tal, aquí nada se pierde. No hay inclemencias de clima ni plagas. Los animales y árboles siempre rinden frutos. Las cosechas que se pierden se pueden volver a realizar. ¡Ah! No existen programas de gobierno de rescate al campo.

Zynga es la compañía creadora de FarmVille e indica que más de un millón de usuarios adquieren artículos virtuales por mes. El 90% de los ingresos de la compañía proviene de esas ventas, aunque se desconoce cuál es porque decidieron no dar a conocer la cifra. Seguro que no es algo despreciable. FarmVille supera en número de usuarios a Twiter, otra red social de moda.

Decidí no estar en FarmVille jamás. Sé que me estoy perdiendo la oportunidad de convivir con mis amistades pero definitivamente prefiero lo real. Algunas personas me han mostrado sus granjas con particular orgullo. Otras incluso permiten que opine sobre posibles modificaciones a sus establos, casas y jardines. Ellos, con suma extrañeza cuestionan el porqué de mi resistencia.

No me gusta ser esclava de nada y huyo cuando percibo que así será. Esa es la respuesta.

Muchos de los adictos a este juego han llegado a extremos de calcular las horas para cosechar y si el término es por la madrugada, no importa levantarse. En una ocasión, mi hija recibió una llamada urgente y desesperada de uno de sus primos, suplicándole que le cosechara ya que se encontraba en algún lugar sin acceso a internet. Es increíble.

Tal vez lo peor de esta aplicación de facebook es precisamente lo adictivo que puede resultar ser y por ende, el tiempo que se consume. Horas enteras. No hay límite.

Lo bueno es que el usuario se puede convertir en experto administrador de la granja. Se abriga la esperanza de que en algun momento este aprendizaje aplique a la vida real de quienes con particular alegría y odio a la vez, forman parte de este juego o aplicación de facebook. Aman el juego cuando avanzan; lo odian cuando no es así.

Me pregunto si FarmVille, con algunas modificaciones, pudiera funcionar acaso como curso intensivo para muchos de nuestros gobernantes. Tal vez así pudieran aprender a administrar la cosa pública y ser mejores en ello. ¿Qué tal que los presidentes municipales tuvieran una granja (municipio)virtual? Creo que en algunos casos tendríamos resultados catastróficos. Pero como método de aprendizaje es relativamente bueno, sobre todo para los que llegaron al poder sin más bagaje que las poses, las fotos y el discurso sin esencia ni valor. Lo gris de su actuar no es mas que el reflejo de su falta de visión y de conocimientos. Callar es la pauta porque hablar es delatarse. Como sea, FarmVille requiere inteligencia, sagacidad y arrojo. ¡Oh, oh!

Imagino un FarmVille para gobernantes: con los tres poderes, iniciativa privada, sindicatos, partidos políticos, medios de comunicación, la sociedad misma, todos interactuando. Con problemas reales. ¿A poco no sería interesante? Puntos para las mejores decisiones. Bonos para los mejores proyectos. Medallas para los proyectos con mayor resultado. Castigos para los malos y los mediocres. Los vecinos (sociedad) nos iríamos moviendo de municipio o de estado, según fuera el mejor lugar para vivir. Dependería del gobernante/administrador contar con más o menos cantidad de gente gobernando.

El asunto es que muchos munícipes se quedarían solos. Ni dudarlo.

1 comentario:

  1. SERA? CLARO QUE SI!!! Y NO SOLO PASARIA ESO, SINO ADEMAS APRENDERIAMOS A ESCOGER VERDADERAMENTE A "NUESTROS" FUNCIONARIOS Y POLITICOS, Y LE DARIAMOS EL EXTRA QUE FALTA PARA SABER VALORAR DE MANERA ANTICIPADA, A TODA LA CATERVA DE VIVIDORES, MEDIOCRES, INEPTOS Y LA ETCETERA QUE HOY NOS GOBIERNA!! NOS LO MERECEMOS? CLARO QUE NO!! QUE ME VES?? YO NO VOTE POR PADRES!!!!!!

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