Cosas de Reyna

¿Porqué pierde el PRI?


¿Por qué pierde el PRI?
Algunas reflexiones
Nunca como ahora el panorama político nacional se había visto tan confuso y plagado de  apariencias.  Lo que es,  no es y lo que se dice se desdice en otro discurso o en los hechos.  Los mismos partidos políticos no dan señales de gobernar bien hacia el interior de cada uno. Así, tenemos diputados federales y senadores que  realizan sus funciones como tales a veces en calidad de bultos levantando la mano para votar, otros con su corazón  puesto en alguna otra candidatura o bien que aparecen en pantalla con sendas sonrisas llenas de … nada.  Es risible y hasta penoso  que ya tomaron como moda el “pronunciarse” por las tarifas de energía eléctrica, por los derrames con daño ecológico, por los costos de casetas de peaje, en fin, el chiste al parecer es “pronunciarse”.  Rescatable es que muy pocos, contadísimos,  los que verdaderamente laboran sobre un plan de trabajo definido, consistente y congruente.
Los escándalos están a la orden del día y cuyos brillantes protagonistas son… pues diputados, senadores, dirigentes de partido, etcétera.
Por otro lado y ubicándonos en Sonora y nuestros Municipios, cada presunto pre-pre-candidato presenta sus propias encuestas con números alegres a su favor, of course.  Quienes tienen  miras a una candidatura se han avocado a realizar actos de pre-pre-campaña a través de las ya muy tradicionales formas de pretender ganar las simpatías de los votantes: desayunos, comidas y cenas para unos.  Despensas, láminas de cartón, ropa, zapatos y útiles escolares para los otros.  Empieza a llegar cada vez con mayor frecuencia a los domicilios volantes, volantitos y volantotes  vendiendo la imagen del o la que es mejor candidat@.  Sonrisas abiertas, dientes perfectos, cutis inmaculado, miradas transparentes, cabellos ad hoc.
¿Se puede evitar esta parafernalia? Difícilmente.  Como que ya forma parte de una cultura electoral arraigada –por desgracia- y que es parte de otro tema, por cierto.    Ni la más avanzada legislación en esta materia, habrá de romper –por lo pronto- con estos patrones de conducta de los unos y de los otros.  Del electorado y de los presuntos.
Lo que sí es posible cambiar es el famoso “fuego amigo”.  Sobre todo en el PRI.
En efecto, desde hace algún tiempo estamos padeciendo una sarta de maledicencias que por las redes sociales se dirigen unos a otros.  Señalamientos encarnizados con índice de fuego.  Ataques en lo personal, familiar y profesional.  Todo pre-pre-pre- candidat@ afirma en lo bajito y a voz en cuello que respeta al contrario.  Que habrá de sumarse a lo que el partido decida.  Que son institucionales.  Que son correctos y serios.  Si esto es así,  ¿entonces de donde carambas salen tantas groserías, descalificaciones y vilezas  que solo sirven para destacar la bajeza de quien o quienes atacan?
Por eso pierde el PRI.   No porque carezca de electorado.  No porque la gente no confíe en un partido que tanto ha brindado cuando ha sido gobierno.   No porque el partido gobernante actual sea mejor.  Sobradamente ha demostrado que no tuvo los arrestos para ser buen gobierno.  Pierde  el PRI porque el “fuego amigo” destruye, corrompe, cansa y enfada al electorado.  Pierde porque como sabemos, ninguna guerra es ganada por nadie.
Aún no se aprende la lección.  Otros  partidos políticos ganan porque se unen en épocas electorales a pesar de sus desacuerdos internos y a pesar incluso de sus candidatos.  El PRI permanece unido mientras no haya comicios. Llegada esta época la división prevalece y emergen los famosos “grupos de poder”.  El ser "institucional" solo les alcanza en términos de ser el o la elegida.

Si el PRI en Sonora  quiere ganar en las próximas elecciones, requiere  a la brevedad mayor liderazgo:  un liderazgo ejecutivo, declarativo,  congruente, eficaz y eficiente que permita crear estructuras de confianza y respeto  que permitan una cohesión real y efectiva.
De otra manera, el panorama es francamente desalentador.

 

 

 

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