Cosas de Reyna

Hombres

 

Fotografía tomada de Google.com

 

¿Qué diferencia a mujeres como Silvia Plath, la excelsa poeta norteamericana, la grandiosa cantante Whitney Houston, o Rihanna con mujeres como Angela Merkel, (Alemania) Margaret Thatcher (Reino Unido) o Isabel II (monarca de Reino Unido)? ¿Qué hace que mujeres como Dolly Parton lleve 55 años casada con su misma pareja, al igual que Merly Strepp con 43 años, Rita Wilson con 33, solo por mencionar algunos ejemplos?

 

Silvia Plath, Whitney Houston y Rihanna, sostuvieron relaciones tóxicas con sus parejas. Las dos primeras con un desenlace fatal en tanto la tercera ha logrado salir adelante con todo y sus tropiezos. Angela Merkel, Margaret Thatcher e Isabel II, las tres mujeres políticas ejemplares para el mundo han conducido o condujeron con brillantez sus gobiernos. Dolly Parton, Merly Strepp y Rita Wilson han sabido llevar sus matrimonios con éxito en un mundo hollywoodense nada sencillo para hacerlo.

 

Esta columna se referirá no a esas mujeres puestas a manera de ejemplo, sino a los hombres que han estado a su lado sean o no parejas sentimentales.

 

En un mundo en el que imperan los términos feminicidios, homicidios, abusos de todo tipo hacia mujeres; un mundo en que las mujeres aún tenemos que seguir defendiendo nuestras ideas y hacernos visibles a fuerza de insistencia y tenacidad, vale hacer algunas reflexiones sobre ellos, los hombres que han evolucionado a la par con las mujeres, que entienden y comprenden que esto va más allá de aquel famoso libro Los hombres son de marte, las mujeres son de venus (John Gray). Si bien este libro marcó un hito en las relaciones de pareja, pienso que fomentó un abismo entre ambos sexos. Se da por sentado que las mujeres queremos ser escuchadas mientras los hombres buscan soluciones. Que nos comunicamos de diferente forma e incluso que poseemos un lenguaje distinto. Que los hombres son literales en tanto las mujeres emocionales. No todo es así necesariamente.

 

Si así fuera, ¿Cuál es el sentido de la comunicación entre personas de distinto sexo?

 

Por otro lado, surgen conceptos despectivos como feminazi, haciendo referencia a las defensoras sin cuartel de ideas extremistas, mujeres intransigentes, radicales, incluso violentas.

 

¿Qué carambas está sucediendo?

 

El término defensa de la mujer lleva implícito un sesgo de lucha. ¿Es que debemos luchar o encontrar puntos de coincidencias como seres humanos? Desde luego no se descartan aquí las estadísticas negras de organismos nacionales e internacionales que nos muestran con meridiana claridad los aspectos que debemos continuar trabajando intensamente. La idea es referirnos a ese otro aspecto, el de las relaciones diarias entre hombres y mujeres.

 

Existen miles de reflexiones en torno a estar solo y estar en soledad, que no es lo mismo.  La soledad física y/o emocional, implica un aislamiento que puede o no ser adecuada. Arthur Schopenhauer (alemán) aseguraba que la soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes.

 

¡Pero, vamos!  En este mundo que nos ha tocado vivir, la interacción es la constante. A menos que seamos monjes. Y pues no.

 

Así, quisiera referirme a esos hombres que sí han comprendido en toda su magnitud que las diferencias entre ellos y nosotras son espacios de oportunidad para ser mejores como seres humanos. Difiero de la frase aquella que afirma que en una relación de pareja se da lo mejor de cada cual. No. Pienso que es precisamente el conocer lo mejor y lo no tanto de cada cual es para construirnos mejores. Si no es así, ¿entonces cómo?

 

No hay realidades absolutas en esto. Hay sí, ejemplos múltiples de personas que se apoyan mutuamente para que cada cual se desarrolle integralmente. 


Pienso en la pareja de Angela Merkel, estadista, ex Canciller federal de Alemania (2005-2021), cuatro mandatos de cuatro años. Una mujer sobria, exitosa, tenaz, pragmática cuando debió serlo e inflexible cuando así fue necesario. La despedida que el pueblo alemán le brindó fue sencillamente inigualable, con los máximos honores. Quisiera imaginarme la vuelta a casa de Angela. Ahí, donde su marido Joachim Sauer (profesor de química cuántica de la Universidad Humboldt de Berlín) la esperaba. Una sencilla persona que prefirió alejarse de las cámaras y medios de comunicación.  En algún momento advirtió que no importa hasta donde ascienda su mujer en el firmamento político, él habrá de permanecer fuera de la luz de los reflectores.

 

Lo loable no es la permanencia de él en la sombra. Eso lo hace cualquiera. Lo destacable es el que haya afirmado que no importa hasta donde ascienda su mujer en el firmamento político. ¡Qué manera de hacernos ver su valía y respeto a la pareja!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario